Como va vaticinara el gran Antonio García-Trevijano, la corrupción ha sido sistemática y consustancial a este régimen desde el principio, pero han tenido que converger una fortísima crisis económica y el desafío separatista catalán para que los contrapesos mediáticos y económicos a dicha corrupción hayan sido incapaces de contener al pueblo español.
Mañana comparece la nación española contra su Estado, secuestrado por el bipartidismo durante décadas, para intentar liberarlo del yugo que lo atenaza y que lo convierte en un enemigo de la propia nación.
Mañana puede ser el principio del fin de la partitocracia, del estado de partidos y el inicio de la libertad política en España.
