No me perdía ninguna entrega de Negro sobre blanco y en la incipiente época de la llegada de los repositorios de video, como YouTube y Vimeo, buscaba ávido los programas antiguos de El mundo por montera o El faro de Alejandría. Se murió Quintero y ahora muere Sánchez Dragó, por lo que los bastiones de El mundo de ayer, real y complejo, van desapareciendo. Si, ya sé que hay otros, otras, otres, pero para el bípedo implume español de la generación de mediados de los 70, estaban Quintero, Sánchez Dragó y Trevijano, en el mundo más accesible de los mass media de entonces. Nos queda Albiac de aquel mundo donde la gran ventana al mundo era la televisión, aunque a Gabriel pronto le vetaron de la televisión.
Uno agradece los que agitan el roble para no dormirnos en el tedio del mundo simple, aquel que con narcóticos de toda índole son hacen creen el verdadero. Ahora en Internet continúa la eterna lucha entre los simplificadores y la síntesis simple, ardúa, que emana de la complejidad.
Una vez me carteé con Sánchez Dragó - 2 cartas, vamos, no fueron las epístolas de San Pablo - pero me respondió en una época en las que tenía veleidades literarias. Una tarde me llamó por teléfono y charlamos un rato de libros y premios literarios. Él me quitó la idea, descabellada, de presentar una amago que novela que aún guardo, al Premio Planeta, confirmándome el secreto a voces de la naturaleza de dicho premio.
Siempre admiré la libertad que emanaba Fernando, esa construcción del alma que peldaño a peldaño alcanza la libertad o parece alcanzarla al tocar la esencia profunda de las cosas, la verdad que emana cuando la mente deja de aturdirse con el ruido y la furia. Como dice en su último post, casi todo tiene que ver con la cabeza: el mejor estado, el mejor sexo, el mejor viaje, la mejor y quizás la única vida.
En estos tiempo de enésima emergencia de la Inteligencia artificial, que busca el Santo Grial de la Inteligencia artificial fuerte - que pretende que un sistema de este tipo sea capaz de tomar decisiones parecidas a la humana en un espectro muy amplio o total de situaciones - , cabe preguntarse si desde el comienzo de los grandes medios de comunicación no se logró ya ese hito y la inteligencia humana quedó al resguardo de algunas universidades de la Ivy League, los pueblos y el tercer mundo de tres comidas al día.
¿Los robots van a hacer desaparecer millones de puestos de trabajo?. ¿Desde cuántas décadas hay millones de robots pululando por nuestras calles?. Fernando no era un robot.