3 jun 2012

Banderas de nuestros abuelos.



¿Pero alguien ha escuchado, sin prejuicios, sin el corsé de cualquier ideología, lo que decía este hombre hace casi 80 años?. ¿No encuentran paralelismos con la situación actual?. Me parece que sobre la figura de José Antonio se han vertido toneladas de propaganda y confusión por quienes tienen el poder de verter ese engrudo.

Con una visión crítica de su discurso, aún con ella, me parece que este hombre está a años luz de los seres abisales que habitan hoy el Congreso y las covachuelas de la villa y corte, de la "gran cloaca madrileña", como la llamara Suárez.

En 1935, abogaba por ir "más allá del 14 de Abril de 1931", no en contra de él, como la propaganda ha machacado y claveteado en su ataúd, apostaba por una "república cedista", y no por una dictadura o una monarquía, de la que dice que ha acabado su ciclo.

No esconde palabras sobre la realidad española del momento, que se parece mucho a la situación actual.  Quiere a España porque no le gusta España. Carga contra los beneficios abusivos del capital, en esta etapa del capitalismo donde los rendimientos del mismo son mucho mayores que los del trabajo. Contra la gran banca y las grandes multinacionales, de las que dice, al menos en España, que "siempre ha sido pusilánime y que se ha echado en manos de las ayudas estatales".

Nada ha cambiado, en esencia, desde entonces. Sí, necesitamos la Revolución Pendiente. Ir más allá del 14 de Abril. Ir más allá del 15 de Mayo. Ir a una República Constitucional.

PD. Poner aquí un vídeo de José Antonio hará que a algunos se le disparen las alarmas, los mecanismos implantados pavlovianos, que se secreten humedades, humores, mucosidades, que asomen mareos, tembleques bajo el volcán ideológico. Es osado, es políticamente incorrecto, va contra eso que llaman la identidad digital, eso que en España se fundamenta en la mojigatería, la pelotudez pelota, la inercia mentirosa y otras estrategias de perfil, unidas todas en el noble objetivo de ser elegido a dedo, de ser creado por el soplo divino y contacto eterno, por la gracia y orondo menique de concejal, epifanía de gambas, éxtasis cervecil, visión de negra, risueña caries que encardina a su poseedor con la nadería de sus creencias, salvo el de vivir a costa de los demás, pilar de esta democracia de barra libre al capital, promesa a la mirada pizpireta de Rato, de sangre, sudor y lágrimas de los españoles para rato.



¿Un fascismo o un franciscanismo?

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