25 jun 2008

Le Bon Marché



El gobierno Zapatero ya admite que la buena marcha de la economía no es tal e incluso se ha pasado de “desaceleración económica” a “serias dificultades”. La impresión de improvisación y de falta de diagnóstico de la clase política se traduce en medidas parciales que nunca afectan a la totalidad de un sistema que encumbra a una clase política destinada a cerrar los pasos hacia esa totalidad.
Propuestas como las 65 horas semanales y el nuevo varapalo a los burócratas europeos se muestran como síntomas de una enfermedad severa en la economía y política europea dentro del contexto occidental. En esta situación de bajada de las aguas, afloran algunas falacias, ninguneadas en época de bonanzas.
No es falacia la máxima de que “el cliente siempre tiene la razón”. No es falacia que las leyes de la economía capitalista se rigen por la oferta y la demanda. Pero la cuestión esencial es saber quién es el cliente y quiénes conforman la oferta y la demanda.
En 1852 Aristide Boucicaut creó en París el primer gran supermercado, Le Bon Marché, y con ello todas las prácticas que siguen conservando intactas todos estos establecimientos. Gran poder de compra y negociación. Técnicas de marketing avanzado. Enorme poder sobre la clase política.
Ellos son los clientes, los verdaderos ciudadanos, formados por el conglomerado de millares de homo sapiens a la manera de bacterias digestivas. Estos ciudadanos habitan en una verdadera república, con la clase política del régimen – variedad evolucionada de bacteria – a su servicio. Ellos imponen la demanda. Todo orbita alrededor de ellos, ciudades e infraestructuras, leyes y homo sapiens. La ley de la evolución está con ellos. Primero el microorganismo unicelular. Después el hombre. Tras el intento fallido de la gran revolución, el gran supermercado y sus publicidades, entre ellas las falsas democracias y el papel mojado de los derechos del hombre, ahora derechos del consumidor, basados en la premisa de consumir, que eleva al hombre a la categoría de bacteria macrófaga.

21 jun 2008

Maligno


Ayer noche, en el duermevela singular que tiene el bípedo humano cuando es ostigado sonoramente por un mosquito, creí ver descender desde la alta lámpara a Elías con su carro de fuego.
Ya soñando fui conocedor de los secretos más anhelados de la Humanidad, narrados a mi oido por el venerable anciano de larga barba y de profunda mirada. En mi memoria se grabaron las resoluciones de problemas cabalísticos, del manuscrito Voynich, la ubicación de la Atlántida, el sexo de los ángeles, el número de peldaños de la escalera de Jacob, la ubicación del Paraíso,en fin, una exégesis completa de la Biblia.
Era yo presa de una gran emoción, de un sentimiento agridulce que me provocaba localizados calores en la epidermis al conocer el sentido de la existencia humana.

Me he despertado hace un rato, como de costumbre con el natural canto de un CD de reaggeton de mi vecino chic. No hallé al revelador Elías ni tampoco vi señales de aparcamiento o rodaduras de su carruaje ígneo. Lo que sí seguía allí era un mosquito obeso de errante vuelo y de irregular trazada.
Me había acribillado como un borbón a una democracia y ahora pagaba su atracón con sus maneras de diputado ocioso, gordo y cafetil.

Quería yo transcribir a papel los secretos que durante la noche me fueron revelados, antes de que la real realidad borbónica extendiese sus zarpas sobre la aurora, infectándola de zapateros, rajoys, pepes, soes y otras cosas soeces. Pero entonces, mi vecino conectó su cerebro a una emisora de radio y escuché unas lapidarias palabras: Hipoteca maligna.

Hipoteca maligna. Se trataba, pude saber, ya totalmente lobotomizado, ya olvidados los grandes secretos de la humanidad, del nombre de una operación de investigación en Estados Unidos para detener a "los culpables".

Durante el día ya sólo pude tener dos pensamientos: algo relacionado con el ritual del chivo expiatorio y añadir otra pregunta a la lista de los grandes misterios: ¿quién pone los nombres de esas operaciones?.

18 jun 2008

Censura en Canal Sur a García-Trevijano.


El programa Ratones Coloraos, dirigido por Jesús Quintero, ha emitido hoy Martes día 17 de Junio, una entrevista a Antonio García-Trevijano mutilada gravemente en contenidos y duración, viéndose reducida ésta a unos escasos 18 minutos.
Fuera de la emisión se han quedado referencias a Felipe González ( García-Trevijano afirma en la entrevista que se comportó como un canalla y cómo pactó con Fraga su encarcelamiento para poder pactar con el gobierno franquist ) o a su papel político en Guinea Ecuatorial (de la que redactó una Constitución) y otros aspectos importantes de su pensamiento y acción política (como la fundación del Diario de la República Constitucional).
En palabras del propio García-Trevijano, la entrevista se ha visto reducida en un 90%, por lo que este hecho se puede equiparar al escándalo que en su día supuso, en el mismo programa, la retirada de la entrevista íntegra a José María García, entrevista que después pudo ser visionada en su totalidad en Internet. Esperemos que también en esta ocasión toda la ciudadanía puede tener acceso a la entrevista en su totalidad.

6 jun 2008

Hambre


Volverán las parisinas a pedir pan al rey, volverán a rodar cabezas. Esta vez no bastarán con que se inmolen las fuerzas de choque, arponeadas por el hambre, contra los derrotados, contra los derrumbados por el hambre. En la orgía de los moros de Franco, de los afganos británicos, de los latinos wey norteamericanos, no se lavarán todos nuestros pecados. Esta vez el Nilo, el Gólgota no dará abasto para tanto chivo expiatorio. Esta vez los cabrones huirán de la famélica cabra. Se podrá andar sobre las aguas, convertida otra vez en el material viscoso, arcilla y sangre, adami, el lodo primordial.

Se retira el impulso sexual cuando el hambre llega a cierto umbral. Eso lo saben los famélicos de diseño de los realities en perdidas islas. Lo sabía también aquel noruego que escribió sobre el hambre. Lo sabe la mayoría. Pero no hay democracia en parte alguna en esta tierra. Ni en la otra inventada vida donde llega primero la mayoría. Sí, los últimos serán los primeros. En morir.

No tengo remedio, lo sé. Tuve una novia que se llamaba Remedios pero que hablaba y pensaba en binario, nada de anal, nada de lógica. Soy un sentimental (católico, feo y sentimental, Arrabal). Pero soy rico. Me hice representante de DermoVasigil y Viagra y alivio el chocho y el carajo occidental secuestrado en el matrimonio de conveniencia. Me hice político de partido – aprendí a repetir las palabras Arenosas dos veces – para aliviar la idiotez en la democracia de conveniencia. Me hice periodista de investigación y aprendí a bailar la Zarzuela al son del movimiento de anca del poder.

Dijo Darío Fo que cada vez que compramos estamos votando. Hoy las falsas democracias occidentales orbitan, lejanas, alrededor de los grandes supermercados, de las grandes distribuidoras. Dan una vuelta cada cuatro años por los arrabales del poder, como los antiguos circos, cargados de cómicos y bufones. El poder puede decir aquello de Me casé con un político pa jartarse de reir.
En una situación concreta, todo el sistema es coherente y las partes contribuyen al todo. No se entendería el sistema económico y político mundial sin el modelo de distribución comercial. Hablar de democracia actual y monopolios en la distribución del gran consumo es lo mismo. Es totalmente falso que haya liberalismo cuando en los sectores estratégicos de la Economía (alimentación, energía, comunicaciones) campea el cuasi-monopolio.
Siete grandes distribuidoras controlan la mayor parte de la distribución alimentaria mundial, que nutre al actual modelo de compra en grandes supermercados.

Las únicas cosas que no puede dejar de hacer el mono hablador es respirar y nutrirse de agua y alimentos. Puede dejar de pensar. Es fácil. Puede dejar de follar. Es difícil. Puede olvidarse del flequillo de Hermida. Es difícil.
Apostar por el agua y alimentos para el mono comedor es apostar a caballo ganador, como me decía una amiga pija, yegua oficial de un orondo alcalde, amiga de la pija del municipal jardinero.

Una de las cosas que se suele decir en los Cursos de Marketing ® (® Arrabal) es que el Cliente siempre tiene la razón. Una de las cosas que se suele decir en los Manuales de Unineural de Economía es que “este sistema está regido por las leyes de la Oferta y la Demanda”.
La Demanda y el Cliente, Isis y Orisis en brazos, el núcleo en el Sancta Sanctorum del actual sistema político-económico.

Pues bien, de acuerdo. Pero hay un problema. El Cliente no es el mono hablador y comedor. Eso es una falacia mayor que el falo de Rasputin.
El Cliente, el Cliente por antonomasia, los Clientes son los grandes supermercados, las grandes superficies. El mono hablador (no olvidemos que es comedor) irá casi casi por cojones. Cuando deje de ir, la hecatombe, la Revolución, la creación de un mundo nuevo.

El proteccionismo no es para proteger “sectores estratégicos de las economías nacionales (agricultura, pesca)”, que también. El diputado común así lo cree en su alegre perorata en el bochornoso teatro del Congreso de los Diputados. Los proteccionismos son para proteger todo un tinglado que tiene en su cúspide una falsa democracia, sustentada por monopolios y paseada bajo el palio de una monarquía de risa.

Hace ya una semana que mi comuna celebró el habitual aquelarre. Obviaré el lance tragicómico de aquella fermosa y distinguida dama que creyó que podría “esnifar” pegamento en vez de las drogas extensibles al uso y tuvimos que acudir – vaya trouppe – al Hospital Civil con la dama y el palo de fregona a ella acoplada. De todas formas, notifico que la absorción vaginal fue efectiva y que voló con la escoba. Quien sabe, quizás una Hoffman del siglo XXI.
Pero no quisiera desviarme del asunto principal. Hace ya pues una semana de la ingesta masiva de nuestro tubérculo sagrado, el higo chumbo, y por ello me encuentro en pleno proceso creativo, alejado de todo váter. Y en este trance estaba cuando tuve un sueño.

El actual comercio electrónico se basa principalmente en compras de viajes, música, entradas de espectáculos. La parte correspondiente a gran consumo (alimentación, hogar) son aún mínimos, aunque en la última década se han realizado importantes intentos en Estados Unidos y Gran Bretaña principalmente, y que ha crecido.

En el sueño veía que el comercio electrónico de alimentación y otros productos de gran consumo hacia que se desintegraran los grandes supermercados y que las pequeñas tiendas de barrio volvieran a florecer para albergar los innumerables pedidos realizados por los ciudadanos cercanos. Soñaba con una optimización de los recursos energéticos, nada del 17% de tráfico en las ciudades hacia los grandes almacenes. Sólo reparto en camiones a primerísima hora de la mañana. Soñaba con el fin de la dictadura que imponen las grandes distribuidoras a agricultores y pescadores. Soñaba con la unidad, facilitada por las nuevas tecnologías, entre estas pequeñas tiendas y el sector primario, nacional e internacional.
Soñaba con nombrar Cliente al pobre mono hablador y comedor, henchido a ostias, hinchado a hostias. Soñaba que ya no tenía hambre de realidad. Soñaba que despertaba. Soñaba con la Democracia.