Ha abdicado Juan Carlos en el intento de inyectar nuevas energías de supuesta renovación a un sistema político que se descompone, que se rompe larvado por la corrupción generalizada y que es intrínseca y consubstancial al régimen de partidos o partitocracia actual.
La coronación de Felipe VI no supondría sino el lavado cosmético y de marketing a un régimen político que no puede esconder su naturaleza de sepulcro blanqueado, antidemocrática y por tanto contraria a los intereses de los españoles.
No es democrático porque no hay representatividad política, ¿sabe usted quién de entre una lista de partido estatal le representa a usted y a su comarca? ¿tiene,pues, algún control sobre él?,¿hay establecido algún medio de destitución en caso de que su representante político caía en corrupción o simplemente no represente los intereses de su comarca, de su distrito, de su mónada república? - ni hay separación de poderes - ¿hay elecciones separadas desde el origen para el poder judicial, legislativo y ejecutivo?.
Hay algo que la gente tiene que interiorizar y comprender en toda su importancia: la prosperidad de un país depende directamente de sus instituciones políticas.
Unas instituciones que, por su diseño puramente democrático, promuevan la meritocracia y al ciudadano por encima de los partidos, supone directamente varios puntos de incremento de PIB.
Las sociedades tienen que aprovechar sus oportunidades para conquistar la libertad política, como las personas tienen que aprovechar sus oportunidades vitales.
Aún un tiempo para todo, y en la vida de la sociedad política ha llegado el tiempo de su libertad.
Hago un llamamiento a todos los simpatizantes del MCRC, a la vieja y nueva guardia, para que redoblemos nuestros esfuerzos para difundir esta bandera, este tiempo de libertad y esta esperanza en alcanzar nuestra libertad. El sistema político está mutando, quiere cambiar para permanecer igual. Es tarea ineludible, obligación vital porque la propia vida nuestra y de nuestros hijos lo quiere, que inoculemos el gen de la libertad a esta mutación.
Pasemos a la acción: manifestación, difusión, argumentación. Por nosotros que no quede; bajo la libertad política o bajo el yugo del régimen de partidos, la antorcha de la libertad tiene que seguir brillando en la oscuridad e iluminando las conciencias.
¿Viva la República Constitucional! ¡Libertad Constituyente!
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