La jauría humana.

Lo de Cuba va a costar trabajo. El socialismo es la condena a la miseria de las masas a costa de hacer algo menos miserables a una panda de mediocres que se incrustan en el Estado de forma orgánica.
El socialismo es hacerle la pelota al Estado de babosa manera, lo que en España se hace a través de los partidos, clubs de pelotas estatales, hermanos en la estatal religión.
El Estado es el Poder, y como la Sociedad Civil no tiene en absoluto control sobre dicho poder, Estado y Nación son absolutamente diferentes, en mayor o menor medida, en todas las pseudodemocracias occidentales.
El Estado, abrevadero para pirañas, carnaza concentrada en los roquedos para los buitres, es culpable de traición a la Nación, a la Sociedad Civil.

Pero la tragedia es que no hay sociedad civil, por lo que no hay Nación y no hay nadie a quien traicionar. O casi nadie. Cuando los traidores son una inmensa mayoría, aparece la violencia y la sobreactuación, sabedores de la necesidad de mucha energía para alterar el natural discurrir de las cosas.

Es la jauría humana, que grita y se anima entre sí para cargar contra la moral y su propia conciencia. La conjura de los necios, el aquelarre de los cobardes.