22 oct 2012

Emilio Lamo de Espinosa.





Oratoria.

Siempre me ha gustado el reto de hablar en público, el arte de la oratoria, la capacidad de saber comunicar lo que uno quiere comunicar y que le llegue al público de la mejor manera, de la forma en que quieres que llegue, tarea harto dificil en la mayoría de los casos.

La comunicación fluida entre humanos es una excepción en un mundo lleno de ruido y furia, de prejuicios complejos, de conceptos aislados. La Escuela de Psicología Transpersonal de Palo Alto ya afirmaba hace algunos años que gran parte de la comunicación entre humanos no es para transmitir información de datos, sino para transmitir información de control, es decir, para dejar constancia de qué roles desempeñan los extremos involucrados en el acto comunicacional. Por eso esos diálogos de besugos, comunicaciones imposibles porque no se quiere comunicar nada concreto, sino decir I, wo, yo soy..

Sin embargo, en el mundo de las presentaciones empresariales, y en ciertas condiciones, si se puede dar el fenómeno de una comunicación sana entre las partes, orador y audiencia, siempre que ambas partes pongan de su parte: el orador quiera transmitir, respete a la audiencia, conozca en profundidad la materia..y la audiencia quiera escuchar, quiera participar en la realimentación.

Mañana tengo una presentación y estaba repasando el vídeo de charla que dí hace cinco años en Málaga, y viendo mis errores, muchos, para mejorarlos.

Ah, aquí les dejo un enlace a un blog muy interesante sobre presentaciones en público.

20 oct 2012

L8 Smart Light.

Leyendo sobre Lean Startup en la página de LeanCamp Madrid me entero de la existencia de esta startup, L8 Smart Light. - mejor con Chrome..-.

Es una idea sencilla y con un potencial increíble. Por si fuera poco, la financiación, o parte de ella, la han conseguido con una plataforma de crowdfunding norteamerica, Kickstarter (que es además la mayor del mundo, según acabo de constatar via google..), por lo que, de prosperar la idea, tendrían una pica puesta en el interesante mercado americano.

Una de las bondades de esta crisis es que está haciendo salir a los españoles de España, tradicionalmente reacios a abandonar suelo patrio. Pero conozco muchísimas personas que han salido fuera y son enormemente valorados por su talento y trabajo.

Me viene a la cabeza aquella frase de un oficial de la marina inglesa, en tiempos de arcabuz y banderas de San Andrés:  "Españoles en la mar quiero, y si es en tierra que San Jorge nos proteja".

Pues bien, a pesar del estereotipo que pueda haber sobre los españoles - siendo el peor de ellos el que los españoles tienen, en general, de sí mismos - tenemos tanto talento, creatividad y capacidad de trabajo como cualquiera, digan collons u otro epiteto escrotal.  Así pues, quizás habría que actualizar la frase y dejarla, como un mantra de confianza: "Españoles en España quiero, y si es fuera que San Jorge nos proteja".

17 oct 2012

La diplomacia española.

El rompimiento de gloria.

Leo con deleite y admiración geométrica y física El rompimiento de gloria, novela del Marqués de Tamarón. Sencillamente es la mejor novela que he leído en mucho tiempo, y eso para no ser maximalista y alzarla hasta la soledad fría pero vigorizante, de la mejor novela que en mis manos ha caído.

Su relativa poca extensión encierra la fuerza del koan zen, un acertijo, una ronda, tiente, una posibilidad de iluminación cargando contra los cielos de lo político correcto, el establishment cultural y religioso, con toda la artillería de la cultura clásica, de los infantes presocráticos y de los poetas, que deshilachándose a través de los siglos, han mantenido la aurea catena, la transmisión de la traditio.

Y todo ello encajado con precisión geométrica en el corazón y alma española, en el de un muchado leonés de izquierdas, revolucionario, en el histórico trance del advenimiento de la Guerra Civil que asolaría España. Y no es casualidad. Es en parte el resultado del Gran Salto Adelante hispano, intentar matar a todos los pajaritos que se comen la improbable cosecha. La revolución del hombre nuevo, ese monstruo, ese moloch en el que se inmola, cada cierto tiempo, al hombre viejo y eterno y se intenta aniquilar los últimos reductos de los dioses paganos, viejos y eternos. Pero ni toda la sangre del gulag, la cheka o de los jemeres rojos ahogan la voz de Miguel y Elena.

Esta novela no es un bestseller ni Tamarón un autor de masas. Es normal por otra parte. El hecho de encontrar a los hermanos agrestes portando las armas del bando nacional no le habrán ayudado nada en estos años de molicie intelectual y de sorbeteo hospitalario a la ubre europea que ha asolado las hispanías, dando pábulo a la emergencia de ese hombre nuevo, no un semidios, un semihombre gordo y babeante, de las llanuras.

Es una novela nietzcheana y tiene fuertes reverberaciones hessianas. Viendo al Marqués de Tamarón en los andurriales de la serranía madrileña, se le imagina uno andando peripatéticamente por los riscos, envuelto por los dioses de antaño, los dioses del eterno retorno natural, los dioses traicionados por el desastre de las religiones del Libro, esa declave que tiende a expulsar al hombre de manera lineal, como un demonío centrípeto, de su paraíso eterno, terrenal y circular.

El monoteísmo ha transformado al hombre en mono.

Aquí va una hierofanía. De nada.








16 oct 2012

Iñaki y la nueva transición.

http://blogs.elpais.com/la-voz-de-inaki/2012/10/se-avecina-la-nueva-transicion.html

La necesidad de un cambio político de calado en este país, espoleado y con la espoleta de la creciente andanada nacionalista, se ha colocado ya - quién lo iba a decir hace tan sólo cinco años - en el centro del ágora, servido en bandeja por las principales líneas editoriales. Los grandes medios de comunicación, sabedores de la irreversibilidad del proceso, se han alineado con él, haciendo ya imparable.

Viene el cambio, no tanto exigido, luchado, pergeñado en las calles ante la agobiante corrupción política y el capitalismo de estado (o castizo vía BOE), sino porque sectores de la casta política, los nacionalistas y otros menos cercados al punto G del Estado opresor-pastoril, ven peligrar sus canonjías y la viabilidad de sus negociados esquiladores.

Ya se sabe, aquí no importa esa materia lejana, ese polvo estratosférico que son los ciudadanos. Los actores y únicos habitantes de la sociedad política, de la vida política, es la simpar casta política. Son sus reacomodos, sus movimientos de anca mientras se desplazan por la rua, los que van a provocar el cambio político.

Es menester, no obstante, intentar aprovechar el rediseño poltronil de sus señorías olímpicas, para intentar hazaña de semidios. Intentar colar, de rondón, una esterilla, una alfombrita, un felpudo, para que un hipotético Prometeo, Hercules, atisbo de sociedad civil neonata, plante su osamenta cual pica en Flandes en las alturas demiúrgicas.

Aún esta hazaña no se consiguiera, estamos en tiempo de prodigios. Aprovechad para ver el cielo en los instantes de reacomodo de sillones. Y no olvidéis nunca de que materiales está hecho el Show de Truman. Haced como si no hubiéseis visto nada pero actuad en consecuencia.

8 oct 2012

El dios Tengri.

Mario!



Sí, ahí anda Dalmacio Negro. Sí, estamos en plena transición, ésta, la auténtica, la verdadera, en la que la sociedad civil debe ser la protagonista, sin miedo, sin delegar en los partidos políticos.
Esto sí que es imparable, los acontecimientos se aceleran y pasará lo que tiene que pasar.