Siempre me ha gustado el reto de hablar en público, el arte de la oratoria, la capacidad de saber comunicar lo que uno quiere comunicar y que le llegue al público de la mejor manera, de la forma en que quieres que llegue, tarea harto dificil en la mayoría de los casos.
La comunicación fluida entre humanos es una excepción en un mundo lleno de ruido y furia, de prejuicios complejos, de conceptos aislados. La Escuela de Psicología Transpersonal de Palo Alto ya afirmaba hace algunos años que gran parte de la comunicación entre humanos no es para transmitir información de datos, sino para transmitir información de control, es decir, para dejar constancia de qué roles desempeñan los extremos involucrados en el acto comunicacional. Por eso esos diálogos de besugos, comunicaciones imposibles porque no se quiere comunicar nada concreto, sino decir I, wo, yo soy..
Sin embargo, en el mundo de las presentaciones empresariales, y en ciertas condiciones, si se puede dar el fenómeno de una comunicación sana entre las partes, orador y audiencia, siempre que ambas partes pongan de su parte: el orador quiera transmitir, respete a la audiencia, conozca en profundidad la materia..y la audiencia quiera escuchar, quiera participar en la realimentación.
Mañana tengo una presentación y estaba repasando el vídeo de charla que dí hace cinco años en Málaga, y viendo mis errores, muchos, para mejorarlos.
Ah, aquí les dejo un enlace a un blog muy interesante sobre presentaciones en público.
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