Repúblicos, Hermanos en la Libertad:
Se conmemoró ayer el nacimiento del niño Dios, de Dios hecho hombre y estos días están envueltos en un clima religioso-comercial, una vez agotados los tiempos en los que los ejes religiosos ungían por la gracia de Dios a reyes absolutos y dictadores.
Hoy lo religioso ya no se asocia con lo político en el moderno occidente, salvo en algunas excepciones, como la América de los Bush. Hoy el sentimiento religioso, el deseo de transcendencia humano, es usado por lo comercial para incrementar sus ventas, como el moderno sistema financiero se aprovecha de las falsas democracias para aumentar sus ganancias.
Como no estremecerse con el pueblo andaluz, que celebra cada primavera una Semana Santa singularmente emotiva. Un Cristo que muere y resucita al tercer día, un Cristo que tras la ascensión en la montaña, sufre una transfiguración,que tras la resurrección cuesta reconocerlo, al igual que cuesta reconocer al diputado que estrechaba manos en los mercados una vez que le han entregado el acta y la propiedad del escaño.
Siento la Política como un hecho religioso, siento la transcendencia humana colmada en parte por la representación en una Asamblea Nacional que relige todos los territorios habitados por todos nuestros antepasados.
Siento que tras la separación Iglesia-Estado, conseguida en la Revolución Francesa queda la transformación de la Iglesia y no tanto del Estado. Siento que el sentimiento religioso, que antaño hacia mirar a lo alto a los hombres, topándose en su mirada con las figuras de reyes, dictadores, validos e intermediarios, es interesado, como lo es la interpretación literal de los textos bíblicos.
No creo en Iglesia alguna, salvo la parroquia que forme la Asamblea Nacional, fuera del Estado, al igual que las Iglesias al uso tradicional. No creo en Evangelio alguno según la lectura literal, que no cabalística, salvo en el Evangelio de la Libertad del MCRC, texto apócrifo, fuera del canon constitucional según los sacerdotes del Estado de Partidos.
Al igual que las grandes manifestaciones contra las graves afrentas de nuestro tiempo, como las guerras preventivas, son el pasaporte de la razón para tranquilar su conciencia, una parte de las manifestaciones religiosas, en una sociedad que no es leal a la Naturaleza, se pueden deber a la entrega de nuestra libertad política, que desconocemos pero intuimos, en unas tristes urnas que resucitarán al simple hombre-lista en Dios del Olimpo de Partidos.
Hay en buena parte de España una continuidad de hechos en Primavera que bachetea el alma. Llega Carnaval en Febrero,y las chirigotas ironizan de forma mordaz sobre la clase política. En Cádiz esto se lleva a las más altas cotas; no es casualidad que ocurra en Cádiz, donde permanece el rastro de lo que pudo ser y no fue. Llega Semana Santa y muere el Dios hecho hombre, el pescador de hombres en la literalidad, periodo que suele estar precedido de forma habitual por las llamadas a las urnas, como el próximo deicidio el día 8 de Marzo. Y llegan las ferias en Andalucia, que sanan los dolores del alma, particular y colectiva, con vino y amor, brindando en las casetas de partidos, grandes medios y ONGs.
Pero en la religión de la Libertad, el libreverismo, no habrá llantos en Primavera, se eligirán hombres hechos representante. No morirá ningún Dios-Estado hecho hombre, que se digna a bajar a la sociedad civil a recoger votos y almas con los que apuntalar la corrupción, en este Estado de Partidos, hogar del Diablo.
Cristo de la Libertad, tú que no morirás tras las elecciones, vuelve de su destierro en Egipto. Ya se acaba el tiempo de reyes, ya murió el rey Herodes, ese que siega la vida política de infantes y muchachos y muchachas de quebrada voz, ese que vende meter la papeleta con decenas de nombres escritos, dados marcados, como un rito de iniciación a la edad adulta.
Cristo de la Libertad, tú que te sentarás en los escaños de la Asamblea Nacional, tú que separarás los tres poderes, como tu padre separó los mares, tú que realizarás el milagro de la libertad, tú que morirás, cuando te lo pidan, los electores de tu distrito, tú que siempre resucitarás mientras haya Verdad y Libertad, no nos abandones nunca. Abre el cielo político para los hombres, impide que la sociedad civil se postre y se arrastre en el lodo de la servidumbre voluntaria, caiga en las tentaciones del diablo.
http://es.youtube.com/watch?v=67_V31AtWSg
Cristo de la Libertad, tú que mueres para salvar al hombre de la servidumbre voluntaria, tú que con tu muerte permites la vida y la democracia, guianos siempre, y junto a tu madre, la Virgen de la Democracia, que habita inmaculada de lodo servil alguno en el seno de la sociedad civil, permítenos habitar en la iglesia de la Libertad.
Recordaremos siempre a todos los santos, como Antonio García-Trevijano, que se apareció a la Virgen en sueños mientras dormía en la sociedad civil, para anunciarle que tendría un hijo fruto de la Libertad y la Verdad, tú, Cristo de la Libertad, que habitaría por siempre en la sociedad política, y que con su muerte y resurrección continua, con su representación, liberaría al hombre de las falsas democracias y del Príncipe del Mal.
Se conmemoró ayer el nacimiento del niño Dios, de Dios hecho hombre y estos días están envueltos en un clima religioso-comercial, una vez agotados los tiempos en los que los ejes religiosos ungían por la gracia de Dios a reyes absolutos y dictadores.
Hoy lo religioso ya no se asocia con lo político en el moderno occidente, salvo en algunas excepciones, como la América de los Bush. Hoy el sentimiento religioso, el deseo de transcendencia humano, es usado por lo comercial para incrementar sus ventas, como el moderno sistema financiero se aprovecha de las falsas democracias para aumentar sus ganancias.
Como no estremecerse con el pueblo andaluz, que celebra cada primavera una Semana Santa singularmente emotiva. Un Cristo que muere y resucita al tercer día, un Cristo que tras la ascensión en la montaña, sufre una transfiguración,que tras la resurrección cuesta reconocerlo, al igual que cuesta reconocer al diputado que estrechaba manos en los mercados una vez que le han entregado el acta y la propiedad del escaño.
Siento la Política como un hecho religioso, siento la transcendencia humana colmada en parte por la representación en una Asamblea Nacional que relige todos los territorios habitados por todos nuestros antepasados.
Siento que tras la separación Iglesia-Estado, conseguida en la Revolución Francesa queda la transformación de la Iglesia y no tanto del Estado. Siento que el sentimiento religioso, que antaño hacia mirar a lo alto a los hombres, topándose en su mirada con las figuras de reyes, dictadores, validos e intermediarios, es interesado, como lo es la interpretación literal de los textos bíblicos.
No creo en Iglesia alguna, salvo la parroquia que forme la Asamblea Nacional, fuera del Estado, al igual que las Iglesias al uso tradicional. No creo en Evangelio alguno según la lectura literal, que no cabalística, salvo en el Evangelio de la Libertad del MCRC, texto apócrifo, fuera del canon constitucional según los sacerdotes del Estado de Partidos.
Al igual que las grandes manifestaciones contra las graves afrentas de nuestro tiempo, como las guerras preventivas, son el pasaporte de la razón para tranquilar su conciencia, una parte de las manifestaciones religiosas, en una sociedad que no es leal a la Naturaleza, se pueden deber a la entrega de nuestra libertad política, que desconocemos pero intuimos, en unas tristes urnas que resucitarán al simple hombre-lista en Dios del Olimpo de Partidos.
Hay en buena parte de España una continuidad de hechos en Primavera que bachetea el alma. Llega Carnaval en Febrero,y las chirigotas ironizan de forma mordaz sobre la clase política. En Cádiz esto se lleva a las más altas cotas; no es casualidad que ocurra en Cádiz, donde permanece el rastro de lo que pudo ser y no fue. Llega Semana Santa y muere el Dios hecho hombre, el pescador de hombres en la literalidad, periodo que suele estar precedido de forma habitual por las llamadas a las urnas, como el próximo deicidio el día 8 de Marzo. Y llegan las ferias en Andalucia, que sanan los dolores del alma, particular y colectiva, con vino y amor, brindando en las casetas de partidos, grandes medios y ONGs.
Pero en la religión de la Libertad, el libreverismo, no habrá llantos en Primavera, se eligirán hombres hechos representante. No morirá ningún Dios-Estado hecho hombre, que se digna a bajar a la sociedad civil a recoger votos y almas con los que apuntalar la corrupción, en este Estado de Partidos, hogar del Diablo.
Cristo de la Libertad, tú que no morirás tras las elecciones, vuelve de su destierro en Egipto. Ya se acaba el tiempo de reyes, ya murió el rey Herodes, ese que siega la vida política de infantes y muchachos y muchachas de quebrada voz, ese que vende meter la papeleta con decenas de nombres escritos, dados marcados, como un rito de iniciación a la edad adulta.
Cristo de la Libertad, tú que te sentarás en los escaños de la Asamblea Nacional, tú que separarás los tres poderes, como tu padre separó los mares, tú que realizarás el milagro de la libertad, tú que morirás, cuando te lo pidan, los electores de tu distrito, tú que siempre resucitarás mientras haya Verdad y Libertad, no nos abandones nunca. Abre el cielo político para los hombres, impide que la sociedad civil se postre y se arrastre en el lodo de la servidumbre voluntaria, caiga en las tentaciones del diablo.
http://es.youtube.com/watch?v=67_V31AtWSg
Cristo de la Libertad, tú que mueres para salvar al hombre de la servidumbre voluntaria, tú que con tu muerte permites la vida y la democracia, guianos siempre, y junto a tu madre, la Virgen de la Democracia, que habita inmaculada de lodo servil alguno en el seno de la sociedad civil, permítenos habitar en la iglesia de la Libertad.
Recordaremos siempre a todos los santos, como Antonio García-Trevijano, que se apareció a la Virgen en sueños mientras dormía en la sociedad civil, para anunciarle que tendría un hijo fruto de la Libertad y la Verdad, tú, Cristo de la Libertad, que habitaría por siempre en la sociedad política, y que con su muerte y resurrección continua, con su representación, liberaría al hombre de las falsas democracias y del Príncipe del Mal.
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