31 dic 2007

Quantum

A principios del siglo pasado se pusieron las bases de la Teoría de la Relatividad y de la Mecánica Cuántica, parcelas de la Ciencia que, junto con las más recientes Teorías del Caos y de la Complejidad, conforman una gran parte del bagaje de las vanguardias científicas del siglo XX.

La teoría cuántica toma su nombre de la cuantificación que se observa en la transmisión de la energía, que no lo hace de forma continua como históricamente se pensaba. Otra de las características esenciales de la teoría es su relación con el Principio de Indeterminación y con el hecho de que la propia medida de la partícula o fenómeno, lo modifica. De hecho, hasta el momento de la observación, las partículas son descritas por funciones de probabilidad. Sin embargo, en el instante de la medida se produce el “colapso de la función de onda” y se concretiza.Los efectos de la Mecánica Cuántica se hallan inscritos históricamente en el mundo de lo muy pequeño, aunque recientemente se estén descubriendo fenómenos y aplicaciones que alcanzan el mundo macroscópico, y que tendrán aplicación en las comunicaciones o la encriptación de información.

Las sociedades humanas, especialmente aquellas que se designan democráticas, tienen algunas características cuánticas, en donde la información y las decisiones tomarían el papel de la energía. Esta información se transmite de capa a capa de forma discreta, así como las decisiones, como los votos en los procesos electorales, son recolectados y contados de forma individual. Además, hasta el mismo momento de la observación, el día electoral, las partículas o votantes son representados por meras funciones de probabilidad, encuestas, que, al no ser leales a la naturaleza y a la verdad, como en el caso científico, condicionan a las propias partículas probables a la hora de concretarse en el voto.

La modalidad de observación, el instrumento utilizado, condiciona además la realidad aparecida. Con un sistema electoral mayoritario y sin representación, la realidad física que se concreta desde la sociedad civil, y que se va fraguando ascendentemente capa a capa, con ayuda de sindicatos y patronales, es la de una clase política corrupta, que a modo de átomos degenerados e inestables, hacen las delicias y se someten a los caprichos de los científicos de los Estados de Partidos: los grandes bancos y sus medios de comunicación.

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