25 ago 2010

El becerro/beserro de oro


¿Aquél era el hombre que había perdido la capacidad de sentir?, se preguntó Rearden, y comprendió que la austeridad de su rostro de mármol constituía la forma visible de una disciplinada capacidad para dominar una pasión tal vez demasiado profunda. La voz continuaba hablando con frialdad.

(La rebelión de Atlas, Ayn Rand)



Qué obra maestra es este libro!. Apenas puedo avanzar una veintena de páginas por jornada pero más de una vez me he levantado y he aplaudido al libro (book), como un gilipollas no homologado, en pagana ceremonia de celebrasión por la vida.
Este libro es el libro, oh yaveh, que debiste esculpir en piedra para que lo bajase Moisés del altiplano, para que su palabra fuera difundida entre los fornicadores de cabras y adoradores - primeros mártires de la alpargata de esparto mosaica- del becerro de oro.

Claro que sí, el becerro de oro!. Que caiga la sangre aurífera sobre mí/mua del torillo tebano, cual Apiserum - Serapis!. Toro embalao, embolao, embolia, taurobolio.

No hay comentarios: