El MCRC se prepara para pedir la libertad política a través de la libertad constituyente en varias ciudades de España. Como bien indica Antonio García-Trevijano en su artículo de ayer en el Diario Español de la República Constitucional/17J, lo hace habiendo sido invitado por el M15M a llevar su propia pancarta.
El lema general de la manifestación del 19J es Contra el pacto del Euro, pero el MCRC quiere incidir en las causas profundas de ese rechazo contra algo que nos venido dado, impuesto, desde las instancias europeas. Y es precisamente esa imposición de una ley, efecto de otras leyes claramente favorables al capital financiero, lo que rechaza el MCRC. El origen de las leyes fuera de la sociedad civil, que debería estar representada y controlando en todo momento al poder más importante de un sistema político: EL PODER LEGISLATIVO, la facultad de hacer leyes.
La falta de democracia, no ya en España, sino en Europa entera - salvo en Suiza, que se aprovecha de ese déficit democrático, es decir, de conocimiento y control legislativo del resto del continente - es lo que ha posibilitado la redacción de leyes favorables al capital financiero en simbiosis con los poderes legislativos - y en consecuencia de los poderes ejecutivo y judicial en estos Estados de Partidos -.
En este mundo globalizado, en el que ya no gobierna la ciencia clásica, newtoniana, determinista, sino la nueva ciencia, la de la teoría de la complejidad, la de las estructuras disipativas de Prigogine, convienen tres mundos en cuyas relaciones se hayan gran parte de las explicaciones de estos tiempos de crisis.
No se trata del primer, segundo y tercer mundo - al que habría que añadir el cuarto, esas bolsas de pobreza dentro del primero - sino del capital financiero internacional y las grandes corporaciones, los Estados y las sociedades civiles. La sociedad civil, desde siempre, ha albergado en su seno el origen de la creatividad y la innovación, la función emprendedora y empresarial. Funciona según los parámetros de la nueva ciencia: está en ebullición parcial o total permanentemente, se adapta a las nuevas situaciones económicas y sociales, crea nuevas formas de funcionamiento de forma abrupta, según los cánones de la
teoría de las catastrofes de Thom y de las estructuras disipativas de Prigogine. Es decir, la sociedad civil es un sistema adaptativo complejo, como todo sistema biológico. Funciona según unas leyes internas pero se adapta a nueva situaciones reprogramándose, autoorganizándose de otra forma, con otras leyes que permitan aprovechar las características de la nueva situación. Es la Resistencia continua.
Por encima de la sociedad civil se encuentran los sistemas políticos de los Estados, basándose éstos, en su gran mayoria, o bien en la verdad revelada, en el origen divino de las monarquías o en la Ciencia clásica en el mejor de los casos, como en los extendidos Estados de partidos, que portan el pedigrí de democracias cuando su principal función no es la de representar la voluntad mayoritaria de la sociedad civil, sino otra muy distinta.
Mediante la falsa democracia de estos Estados de Partidos, que se refleja en la inseparación de poderes y la no representatividad de la sociedad civil, estos sistemas políticos permiten REDUCIR LA INCERTIDUMBRE Y EL MARGEN DE LIBERTAD Y ADAPTACIÓN de la sociedad civil. Esto es, transmutan la creatividad innata de las sociedades, mediante la farsa de las democracias occidentales, en el determinismo propio de la ciencia clásica. Se trata de la imposición de un determinismo a un sistema, la sociedad civil, que no lo es, abortando su Libertad - adaptación al medio - y negando su Verdad - sistema complejo de la nueva ciencia -.
Estas estructuras políticas, que tienen su origen en la teoría política contemporánea de la edad de oro de la ciencia clásica, no están preparadas para el mundo actual, fuertemente interconectado e inmerso en la globalización. Sin embargo son perfectas para los fines del capital financiero internacional y las grandes corporaciones, que si se mueven y funcionan según parámetros de la nueva ciencia, son enormemente adaptables, se autoorganizan y forjan sus leyes de funcionamiento interno, SIENDO ESTAS LEYES APROBADAS POR LOS PODERES LEGISLATIVOS de los Estados de Partidos.
Es decir, el poder legislativo de los Estados, de las supuestas democracias, que debería ser accesible por las corrientes mayoritarias de la sociedad civil PARA PODER PERMITIR SU ADAPTABILIDAD Y EVOLUCIÓN, son ocupadas en materias fundamentales, por intereses concretos, que se adueñan de este órgano vital, de este cerebro esencial para la supervivencia. Es la teoría de la evolución.
A los ocupantes en última instancia del poder legislativo, no les interesa que la sociedad civil muestre su cara evolutiva, tenga vida propia, reclama su derecho a la iniciativa y evolución. Por eso, el actual capital financiero apoya unos sistemas políticos que condenan a las sociedades A ADAPTARSE - la sociedad civil no pierde su capacidad de adaptación - A SUS LEYES. Estos poderes usan el poder legislativo de los Estados de Partidos para reducir a la sociedad civil a un recurso determinista.
Por eso es esencial que la sociedad civil recupere su esencia, su Verdad y su Libertad. Recupere la creatividad, salga de su estado de permanente estado de supervivencia a leyes impuestas, para alzarse como legítima poseedora de la capacidad de dictar leyes, a través de auténticas democracias, que permitan su evolución acorde con los tiempos modernos.
Se trata de inyectar en el Estado el espíritu de la nueva ciencia - aunque siempre haya estado ahí -, la que persiste en el seno de la sociedad civil aún en infinitésimas porciones, la que permite las revoluciones políticas. Se trata de equipararnos a los actores internacionales que ostentan los privilegios de un funcionamento avanzado basado en el arcaismo de los Estados.
Protestar contra el Pacto del Euro es sólo oponerse sólo a una ley emergida de este funcionamiento. Por eso el MCRC pide este 19J la LIBERTAD CONSTITUYENTE, la apertura de un periodo de elaboración de una nueva constitución que asegure a la sociedad civil, mediante una verdadera democracia, el acceso a su autoorganización y adaptación en la era de la globalización, la que permite luchar y competir, en igualdad de condiciones, con todos los actores.
La República Constitucional, cuya teoría ha sido formulada por Antonio García-Trevijano, es la forma de sistema político que asegura la verdadera democracia, la basada en la Verdad y Libertad de la sociedad civil, y que permite también, la Verdad y Libertad de los actuales privilegiados de la actual situación, pero ahora en el seno de la Democracia, donde no son mayoria.
Por la Libertad Política en España, el 19J, Libertad Constituyente!
Adelante República Constitucional! Adelante España!
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