28 ene 2012
24 ene 2012
Nuestros muertos.
Paso todos los días al lado del monumento a las víctimas del 11M de Alcalá de Henares, lo rozo literalmente, un monumento no elevado sobre un gran pedestal, como lo de los reyes y conquistadores, sino apenas a la altura de cualquiera. Porque eran eso, eran cualquiera de nosotros que iban a trabajar aquel fatídico día de hace ocho años. Al bajarme en Torrejón de Ardoz, vuelco a pasar por otro monumento a las víctimas, de parecido acabado.
Los veo todos los días, y no puedo dejar de pensar en ellos como víctimas entregadas al Moloch del estado partitocrático, a la casta parasitaria, esta vez no solamente española, sino internacional. Que el mundo está dirigido por una retahila de conglomerados de poder, aglomerados alrededor de estructuras estatales, a través de las cuales chupan y devoran a los individuos de las sociedades civiles, es un hecho palmario. Lo hacen con el uso de palabras a las que han vaciado de contenido y rellenado con paja y confusión: democracia, justicia, igualdad o libertad.
¿Es posible que algún sistema parasitario, alguna satrapía sureña formada por algún rey y familias pudientes, de esas de pastelito y té, tuviera que ver con aquello, que se viera soliviantada por el creciente poderio e influencia de las grandes empresas abonadas a la casta parasitaría española?. Eso es lo que cree nada menos que el SUP, quicir, el SUP (Sindicato Unificado de Policía) sobre la autoría, al menos intelectual, del 11M.
De vez en cuando recuerdo mi radical giro en mi opinión sobre algunas personas y conceptos. Yo lo ataño al acceso a información veraz y libre, libre de la intoxicación ideológica que alberga el régimen juancarlero. Uno de los casos más extremos es Federico Jiménez Losantos. Hace años no lo podía ver, me parecía un fascista, un prepotente, un iracundo hombrecillo de las nieves larvado por vete tú a saber que complejos. Este pensamiento me había llegado por obra del Espíritu Santo, en un día de Pentecostés de años de morralla ideológica sin fundamento alguno vertida por los medios del régimen postfranquista. Nada de él había escuchado ni leído. Oh, milagro de las comunicaciones unidireccionales!. Cuando lo leí, lo escuché, me pareció uno de los pocos hombres cabales en este reino de podredumbre, un Savoranola a la inversa, defendiendo el Renacimiento, no las épocas oscuras de la edad media. Él es ateo, el resto creen en la divinidad del poder heredado, en una monarquía encumbrada por pelotas y criaturas del averno intelectual. Además, están los pequeños detalles, donde se esconden Dios y el Diablo. Cuantas veces a través de un pequeño detalle ve uno con flamígera claridad la verdadera naturaleza de alguien: de quién hay que alejarse, a quién hay que querer. Uno de esos detalles ocurre en el 3:45 del video.
Cuando hace años empezaron a verse panfletos de los llamados Peones Negros, que eran emitidos por el PP pero que reivindicaban una mayor investigación sobre el 11M o cuando escuchaba a Luis del Pino, todo aquello me parecía algo exagerado. Habían sido los pocos condenados en el juicio y ya está. Había sido AlQaeda y ya está.
Hoy no pienso así: que se investigue más, como está haciendo la juez Coro Cillán - por cierto, victima de una campaña de desprestigio por parte de El País, a la que acusan de borracha e incapaz, al propio estilo estalinista - . Que se investigue más.
Mucho me temo que las víctimas fueron víctimas de un ataque de una casta a otra, allí donde más les duele, a la base de las estatuas, a eso que las eleva sobre la ciudadanía, que les hace mirar por encima de sus cabezas a los súbditos (es mi hermano, dice el Borbón), que les hace entrar en éxtasis religioso y hablar en glosolalia, la lengua de los pájaros de los medios de comunicación. Nosotros somos la base de esas estatuas, indignas, sublimación de las castas parasitarias nacionales.
Por eso son nuestros, fueron y somos las partículas del granito y del mármol, cuarzo, mica y feldespato, de los pedestales - como en la novela de Antonio Gala -. Son nuestros muertos, recuerdo de en qué base se basa el régimen.
Viva la República Constitucional! Viva España!
Sísifo español.
En Acratas.net leo el siguiente comentario que creo representa a la gran mayoría de los ciudadanos españoles. La honestidad y la verdad se notan, se sienten, se palpan; no admiten imposturas. Lo pongo aquí para rescatarlo efímeramente de la gran corriente mediática de sonrisas gubernamentales. En realidad lo rescato para mi mismo, para dar cuerpo y alma a la eterna mitología que ha sido destilada por miles de años de historia.
Nada nuevo bajo el sol. Los dioses han bajado del Olimpo pero siguen siendo dioses.
"Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, nos pide a los españoles "un esfuerzo más". Alberto Fabra Part, presidente de la Generalitat Valenciana, dice que los valencianos "vivíamos por encima de nuestras posibilidades".
Trabajo desde hace 14 años en I+D y desde hace 10 años lo compatibilizo con unas horas semanales de profesor en la universidad. Me esforcé de niño y adolescente en intentar aprender, sacar buenas notas y pasarlo bien. Me esforcé en la universidad para sacar la carrera y pasarlo bien. Me esforcé luego dando clases particulares y continúo ahora esforzándome en mis dos trabajos. Hace 10 años, junto a mi pareja, compramos un piso que entraba dentro de nuestras posibilidades. Ahora, tras 10 años de esfuerzo, hemos ahorrado el dinero suficiente para pagar lo que nos queda de hipoteca. Llevo años esforzándome y nunca he vivido por encima de mis posibilidades. Podía permitirme coches más caros pero no los he comprado, nunca he pedido un crédito para irme de vacaciones, reformé mi piso cuando tuve dinero para hacerlo.
Me esfuerzo en educar a mis hijos lo mejor posible, los llevo a la escuela pública y me esfuerzo en la asociación de padres para ayudar a mejorarla. Cuando mis hijos enferman los llevo a la sanidad pública y si me queda jarabe en casa le digo al médico que no me haga una receta que no necesito. Ahora estoy a punto de quedarme sin trabajo gracias a los que han vivido "por encima de nuestras posibilidades". Ahora me piden "un esfuerzo más".
Yo siempre he pagado puntualmente la hipoteca y lo sigo haciendo así que no he hundido a la banca. Yo no he hecho bajar la Bolsa, no he hundido los mercados, no he inflado la economía, no he especulado con la vivienda, no he organizado carreras de coches en mi ciudad, no necesito un aeropuerto sin aviones, no tengo yate para ver la salida de la Copa América, no he ido nunca a ver la ópera en el Palau de les Arts. Yo no he deteriorado la escuela ni la sanidad públicas, no he tenido becas ni subvenciones, no he cobrado nunca el paro ni he provocado déficit al Estado, la autonomía ni la Seguridad Social. Yo no conozco a Moody's, Fitch ni Standard & Poor's pero sí conozco a los que vivieron por encima de mis posibilidades. Yo no les voté, a mí no me representan. Soraya, el esfuerzo se lo pides a ellos." FRANCISCO PASTOR GUZMÁN, Castellón
Nada nuevo bajo el sol. Los dioses han bajado del Olimpo pero siguen siendo dioses.
"Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, nos pide a los españoles "un esfuerzo más". Alberto Fabra Part, presidente de la Generalitat Valenciana, dice que los valencianos "vivíamos por encima de nuestras posibilidades".
Trabajo desde hace 14 años en I+D y desde hace 10 años lo compatibilizo con unas horas semanales de profesor en la universidad. Me esforcé de niño y adolescente en intentar aprender, sacar buenas notas y pasarlo bien. Me esforcé en la universidad para sacar la carrera y pasarlo bien. Me esforcé luego dando clases particulares y continúo ahora esforzándome en mis dos trabajos. Hace 10 años, junto a mi pareja, compramos un piso que entraba dentro de nuestras posibilidades. Ahora, tras 10 años de esfuerzo, hemos ahorrado el dinero suficiente para pagar lo que nos queda de hipoteca. Llevo años esforzándome y nunca he vivido por encima de mis posibilidades. Podía permitirme coches más caros pero no los he comprado, nunca he pedido un crédito para irme de vacaciones, reformé mi piso cuando tuve dinero para hacerlo.
Me esfuerzo en educar a mis hijos lo mejor posible, los llevo a la escuela pública y me esfuerzo en la asociación de padres para ayudar a mejorarla. Cuando mis hijos enferman los llevo a la sanidad pública y si me queda jarabe en casa le digo al médico que no me haga una receta que no necesito. Ahora estoy a punto de quedarme sin trabajo gracias a los que han vivido "por encima de nuestras posibilidades". Ahora me piden "un esfuerzo más".
Yo siempre he pagado puntualmente la hipoteca y lo sigo haciendo así que no he hundido a la banca. Yo no he hecho bajar la Bolsa, no he hundido los mercados, no he inflado la economía, no he especulado con la vivienda, no he organizado carreras de coches en mi ciudad, no necesito un aeropuerto sin aviones, no tengo yate para ver la salida de la Copa América, no he ido nunca a ver la ópera en el Palau de les Arts. Yo no he deteriorado la escuela ni la sanidad públicas, no he tenido becas ni subvenciones, no he cobrado nunca el paro ni he provocado déficit al Estado, la autonomía ni la Seguridad Social. Yo no conozco a Moody's, Fitch ni Standard & Poor's pero sí conozco a los que vivieron por encima de mis posibilidades. Yo no les voté, a mí no me representan. Soraya, el esfuerzo se lo pides a ellos." FRANCISCO PASTOR GUZMÁN, Castellón
21 ene 2012
Ahora, cambio de rumbo; by Alejo Vidal-Quadras.
Incluso los insiders, de abolengo y raciocinio, se alinean con las tesis de los outsiders políticos, como García-Trevijano. Las ideas de libertad política, de regeneración democrática, de conquista de la verdad política se están situando dentro del campo de la hegemonía cultural, disolviendo, lentamente, los prejuicios y mentiras que, apuntalados por la bonanza económica, apagó conciencias y llenó barrigas.
El disparate nacional, by Centenator (Roberto Centeno).
Reproduzco aquí una comunicación del MCRC Granada que me llegó antes de las elecciones generales y que incide en una entrevista en Periodista Digital a Roberto Centeno, presentando su libro El disparate nacional.
En esta entrevista que te paso, Roberto Centeno habla claramente del deficit democratico de España y de la falsedad politica que en gran medida a conducido a esta crisis y que la permanencia del regimen que ha conducido a la crisis evitara la salida de la misma.
Escucha lo que dice Centeno, porque creo que tiene muchas razones. Es interesante.
http://www.periodistadigital.com/economia/instituciones/2011/11/15/roberto-centeno-zapatero-solves-rato-transicion-disparate-nacional-rajoy-berlusconi-papandreu.shtmlPienso que paricipar de una u otra manera en las votaciones del 20N es legitimar el regimen politico que nos va llevar a la puerta de la tumba, por tanto y en contra de la falsedad difundida, si votas, despues no te quejes, has elegido tu propia condena. Porque el regimen en su conjunto mantiene secuestrada la libertad colectiva (libertad politica) y con ello evita la llegada de la verdadera democracia en favor de unas oligarquias politicas y economicas que se retroalimentan con verdaderos acuerdos, transaciones mercantiles y administrativas, llenos de suculentos intereses economicos y privilegios. ¿A costa de quien? ¿No sera el verdugo el mismo que piensas?, ¿este nos va sacar del agujero"?.
Siendo asi las cosas, es posible que volvamos a la epoca donde se gritaba, "Vivan las caenas" en tienpos de Fernando VII. Pero ahora con la legitimidad de las urnas.
¡Vivan las cadenas! es un lema acuñado por los absolutistas españoles en 1814 cuando, en la vuelta del destierro de Fernando VII, se escenificó un recibimiento popular en el que se desengancharon los caballos de su carroza, que fueron sustituidos por personas del pueblo que tiraron de ella. Se pretendía justificar con ello la decisión del rey de ignorar la Constitución de 1812 y el resto de la obra legislativa de las Cortes de Cádiz, gobernando como rey absoluto, como le proponían los firmantes del Manifiesto de los Persas (12 de abril).
En otras ocasiones se combinaba el grito con otros de contenido parecido: Muera la libertad y vivan las cadenas, Viva el rey absoluto y vivan las cadenas, etc. En 1823, cuando la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis acabó con el Trienio Liberal, se produjeron adiciones de nuevos contenidos al lema: Vivan las cadenas y mueran los negros y Vivan las cadenas y muera la nación. Negros era el nombre con el que los absolutistas se referían a los liberales españoles; y nación era una palabra de contenido político liberal (soberanía nacional, milicia nacional, bienes nacionales, etc.
Desde entonces el grito vino siendo usado no tanto por los absolutistas como por sus enemigos políticos con fines peyorativos, del mismo modo que usaban para referirse a ellos el epíteto de serviles. Muy a menudo, la forma de referirse al lema para marcar esa intención era exagerar una entonación vulgar: ¡Vivan las caenas!
Que todo sea leve.
20 ene 2012
El agente secreto, by Joseph Conrad.
The secret agent, de Joseph Conrad. Se trata de una de las mejores novelas que he leído últimamente. Conrad describe el universo psicológico de cada personaje con la maestría de un escultor de cincel, construyendo un andamiaje muy creíble y natural, incluso en las situaciones límite que se dan en la historia. Conrad describe el sistema social de la época, la Inglaterra imperial de principios de siglo XX, a través de los ojos de cada uno de los personajes: de los anarquistas - Ossipon, Michaelis y el Profesor -, de Mr. Verloc, agente doble, a dos aguas entre el sistema establecido y el caos quiere destruirlo, Mr.Vladimir, representante de un sistema político extranjero que quiere interferir en las clases medias británicas, el inspector Heat como defensor de la legalidad, valladar contra los bárbaros, y por supuesto Mrs.Verloc, representando el mundo del gineceo, de las mujeres que en aquella época eran confinadas a los obscuros rincones de los matrimonios y cocinas, es decir, en permanente compañía del sentido común. Es notable las arquitecturas que describen de la sociedad de la época cada uno de los anarquistas del llamado Comité Rojo, pequeño cenáculo de conspiraciones de salón.
Michaelis es un anarquista puramente teórico, lo más alejado a un hombre de acción, que ha pasado buena parte de su vida en prisión, al que llaman el Santo Profeta de la Condicional. Es el anarquista oficial del reino, en realidad una pieza más del propio sistema que critica, el lugar común donde se crearan todos los chivos expiatorios y cabezas de turco cuando haya que echar la culpa a alguien. En el colmo de la paradoxa, es el protegido por una mujer noble, mecenas de lo novedoso e innovador. Magistral Conrad.
Ossipon es un estudiante de medicina fracasado, que vive mantenido por mujeres y que clasifica a la humanidad según su fisiología. Un personaje repugnante pero fino en el trato corto. A través de el vemos el mundo según un vago, un egoista y un cobarde, que se cubre de teorías anarquistas para vivir la peor bohemia.
El Profesor es el terror personificado. Inspiró al americano Unabomber para cometer sus tropelías y que firmada con el apellido polaco de Conrad, como homenaje por haber creado este personaje. El Profesor es la destilación perfecta de la misantropía, el odio extremo a toda la sociedad. Vive para y por el terror, literalmente. Debajo de su chaqueta lleva un pequeño cargamento de dinamita que puede activar con un mecanismo que sostiene en la mano, en cualquier momento y lugar. El terror le protege de la policía, que le vigila permanentemente pero que no se puede acercar y que por cumplimiento de la legalidad, no puede abatirlo como a un perro rabioso.
Por último Mr. Verloc es un personaje ambiguo, como su propio trabajo de agente doble, a sueldo de una obscura embajada para investigar el mundo extramuros del sistema, las secretas reuniones del anarquismo. Es una de las figuras centrales de la novela, la bisagra y el puente entre los dos mundos.
Por último Mrs.Verloc, casada sin amor con el anterior, como un sacrificio por su anciana madre y por su hermano, con un retraso mental evidente, Stevie, que le hace estar totalmente libre de malicia y de la astucia propia del mo no mo der no. Es la bondad personificada, en contradición absoluta con El Profesor, marcando los dos los extremos del mapa de la moralidad de la novela.
Stevie, por su retraso mental, también está fuera de la sociedad bien, ocupando involuntariamente una geografía compartida por los anarquistas, que se evaden voluntariamente. Fuera de la sociedad, cuyo substrato fundamental y eterno son las mujeres, representado por su hermana, se ven las caras en circunstancias dramáticas, la inocencia más pura y la maldad más redomada.
Este enfrentamiento, este encuentro en la frontera, conllevará consecuencias en la parte decente de la novela, Mrs. Verloc, que será embestida como por olas después de un maremoto.
Magistral novela. La recomiendo vivamente y la doy un 9.
En busca y captura de El corazón de las tinieblas (que leí siendo un imberbe), Nostromo y Lord Jim.
16 ene 2012
15 ene 2012
Tú puedes, by Joaquín Lorente.
Lo bueno de regalar libros a alguien de tu entorno cercano es la creencia íntima y nada políticamente correcta, de que acabarán siendo leídos por mí al menor descuido del legítimo propietario...Eso me ha ocurrido con este libro.
Me atrae mucho el mundo de la publicidad, de los creativos publicitarios, porque su labor no consiste sólo en intentar vender algo, en crear una marca, ya que en el adverbio sólo se encierra una comprensión o intento de comprensión de los mimbres que constituyen la condición humana y las variantes circunstancias sociales, políticas y económicas. Tienen mucho de sociólogos, de sociólogos prácticos.
Hace años me compré El libro rojo de la publicidad, de Lluis Bassat. En aquella época de estudiante impartía clases de matemáticas a todo tipo de gente y de vez en cuando era un asíduo pegador de carteles en las farolas y otras superficies tolerantes al celo, al papel celo. Era una pugna silenciosa entre los pegadores de carteles, toda una clase social, y los empleados de limpieza del ayuntamiento, que cada mañana, inmisericordes, arrablaban con toda una barahunta de anuncios de pisos, clases, quiromancias, podólogos y todo un universo en ebullición. Prometeo y los dioses. Penélope y su telar.
Pues empleé la lectura de aquel libro en innovar en algo tan aparentemente homologado como los anuncios faroleros. Introduje pasión en ellos, quería transmitir entusiasmo por algo tan socialmente anodino como las Matemáticas; puse fotos, eslóganes, prometí el maná de las buenas notas y la ambrosía de la satisfacción intelectual. Esto último era verdad, nunca me suspendió nadie, incluido un buzo español recién llegado de Nueva Orleans -bajo las aguas del Katrina- y que se quería ir a Australia a estudiar una carrera. Tal cual; debajo de la bóveda celeste... Aprobó el examen de ingreso, duro, con una preparación de dos meses, y vino a abrazarme de alegría y a regalarme un dólar.
A lo que iba. Aquellos nuevos carteles funcionaron!. Y no sólo sé que funcionaron porque me llamaba más gente, sino porque salieron imitadores que literalmente calcaban el estilo de aquellos efímeros anuncios. Caminaba yo con disimulado orgullo; era un abrazafarolas.
Bien, cuando ví la portada absolutamente llamativa de Tú puedes, y leí que lo había escrito uno de los mejores publicistas españoles, alguien que había contribuido a llevar la publicidad española a ser una de las mejores del mundo, y ante el recuerdo gratificante de aquel otro libro de Bassat, repleto de conocimientos prácticos, sucumbí inmediatamente.
No me arrepiento. Es un buen libro y Joaquín Lorente un tipo muy interesante.
En este libro se habla de todo, de muchas cosas, menos de publicidad; es decir, se habla de las bases para trabajar en publicidad, el mundo, aunque no directamente de técnicas publicitarias.
Como eje central del libro está nuestro cerebro, lo que nos define y lo que somos, lo que constituye las sociedades. Somos básicamente cerebro - incluso el sexo es cerebro -. El cerebro como campo de Marte, como nuestra propia internet (no un simple ordenador aislado), donde se libran todas las batallas, se dan todas las creaciones y se producen abandonos y anexiones.
Plantea la vaguedad, como estado cuasinatural, del cerebro, lo que propicia que permitamos ceder ampliar zonas del mismos, no a otras personas, sino a automatismos y a grandes grupos humanos que se arremolinan en torno a los dogmas de las ideologías o que las difunden a través de los medios de comunicación.
Estas zonas cerebrales entregadas reciben del exterior lo políticamente correcto, en forma de respuestas enlatadas, grabadas y programadas en las líneas editoriales y dogmas de medios, ideologías e incluso la enseñanza. Si no tenemos un área de pensamiento crítico, donde nos hágamos preguntas a nosotros mismos, cuestionando cada una de las áreas entregadas, que deberían ser arrendadas y no cedidas definitivamente, la libertad será también otro concepto alquilado. Creemos entonces que somos libres cuando no lo somos.
Vislumbra Lorente un mundo nuevo, una revolución a gran escala y es que todo el vasto campo de antenas desde donde se emiten las respuestas enlatadas, asidero de los poderes establecidos, será removido por la comunicación entre personas, cada vez más libres, cada vez más formadas, con cada menos menos zonas cerebrales entregadas a Matrix.
Habla del fin de la Edad Contemporánea, que comenzó en la malograda y falseada Revolución Francesa, atravesó el ínfero de la Revolución Bolchevique y que ha tenido múltiples amagos de inconformidad con lo establecido, como el Mayo del 68. Pero ahora empieza a haber más masa crítica, más hombres (y mujeres, quicir) libres y sobre todo y fundamental la ciencia y la tecnología permite comunicarnos entre nosotros.
La confrontación con la cruda y abyecta realidad, que dista un abismo de la que podría ser con el empleo de esta ciencia y tecnología, con la resolución de la mayoría de los problemas endémicos que asolan a la humanidad, será el germen y espoleta para esta guerra cerebral que va a desalojar a los inquilinos cerebrales de lo polítcamente correcto. Es la revolución.
Las grandes alturas desde donde se emitían dichas verdades, irán menguando, sumidas en el problema financiero, como ya está ocurriendo con muchos periódicos y televisiones, y junto a ellas, los poderes que se basaban sólo, en la conquista y vaguedad de nuestros cerebros. Tenían el poder, la substancia eterna de las palabras, por pura desidia nuestra, por los caminos machacados desde la infancia.
En la Edad Contemporánea se pasó, en los países desarrollados, del poder basado en la fuerza bruta y el temor, al poder basado en la mente, en una batalla aún más desigual que en la época de los cien mil hijos de San Luis. La ignorancia, el analfabetismo, la necesidad de supervivencia por encima de todo, hizo que se entregaran las mentes y los cuerpos a las fuentes de la verdad revelada, a las fábricas de conservas verdaderas.
Eso se está acabando. Llega la edad de los cerebros, como lo llama Lorente, la nueva edad del hombre, se podría llamar, ya que somos básicamente eso, cerebro. Un nuevo renacimiento, global. Un estallido de libertad que se está produciendo ya y que deja cada día un reguero de muertos que han salido de la caverna, aspirando el aire de la libertad y que son abatidos por los dogmáticos de antaño.
Pero esto no ha hecho nada más que empezar.
Me atrae mucho el mundo de la publicidad, de los creativos publicitarios, porque su labor no consiste sólo en intentar vender algo, en crear una marca, ya que en el adverbio sólo se encierra una comprensión o intento de comprensión de los mimbres que constituyen la condición humana y las variantes circunstancias sociales, políticas y económicas. Tienen mucho de sociólogos, de sociólogos prácticos.
Hace años me compré El libro rojo de la publicidad, de Lluis Bassat. En aquella época de estudiante impartía clases de matemáticas a todo tipo de gente y de vez en cuando era un asíduo pegador de carteles en las farolas y otras superficies tolerantes al celo, al papel celo. Era una pugna silenciosa entre los pegadores de carteles, toda una clase social, y los empleados de limpieza del ayuntamiento, que cada mañana, inmisericordes, arrablaban con toda una barahunta de anuncios de pisos, clases, quiromancias, podólogos y todo un universo en ebullición. Prometeo y los dioses. Penélope y su telar.
Pues empleé la lectura de aquel libro en innovar en algo tan aparentemente homologado como los anuncios faroleros. Introduje pasión en ellos, quería transmitir entusiasmo por algo tan socialmente anodino como las Matemáticas; puse fotos, eslóganes, prometí el maná de las buenas notas y la ambrosía de la satisfacción intelectual. Esto último era verdad, nunca me suspendió nadie, incluido un buzo español recién llegado de Nueva Orleans -bajo las aguas del Katrina- y que se quería ir a Australia a estudiar una carrera. Tal cual; debajo de la bóveda celeste... Aprobó el examen de ingreso, duro, con una preparación de dos meses, y vino a abrazarme de alegría y a regalarme un dólar.
A lo que iba. Aquellos nuevos carteles funcionaron!. Y no sólo sé que funcionaron porque me llamaba más gente, sino porque salieron imitadores que literalmente calcaban el estilo de aquellos efímeros anuncios. Caminaba yo con disimulado orgullo; era un abrazafarolas.
Bien, cuando ví la portada absolutamente llamativa de Tú puedes, y leí que lo había escrito uno de los mejores publicistas españoles, alguien que había contribuido a llevar la publicidad española a ser una de las mejores del mundo, y ante el recuerdo gratificante de aquel otro libro de Bassat, repleto de conocimientos prácticos, sucumbí inmediatamente.
No me arrepiento. Es un buen libro y Joaquín Lorente un tipo muy interesante.
En este libro se habla de todo, de muchas cosas, menos de publicidad; es decir, se habla de las bases para trabajar en publicidad, el mundo, aunque no directamente de técnicas publicitarias.
Como eje central del libro está nuestro cerebro, lo que nos define y lo que somos, lo que constituye las sociedades. Somos básicamente cerebro - incluso el sexo es cerebro -. El cerebro como campo de Marte, como nuestra propia internet (no un simple ordenador aislado), donde se libran todas las batallas, se dan todas las creaciones y se producen abandonos y anexiones.
Plantea la vaguedad, como estado cuasinatural, del cerebro, lo que propicia que permitamos ceder ampliar zonas del mismos, no a otras personas, sino a automatismos y a grandes grupos humanos que se arremolinan en torno a los dogmas de las ideologías o que las difunden a través de los medios de comunicación.
Estas zonas cerebrales entregadas reciben del exterior lo políticamente correcto, en forma de respuestas enlatadas, grabadas y programadas en las líneas editoriales y dogmas de medios, ideologías e incluso la enseñanza. Si no tenemos un área de pensamiento crítico, donde nos hágamos preguntas a nosotros mismos, cuestionando cada una de las áreas entregadas, que deberían ser arrendadas y no cedidas definitivamente, la libertad será también otro concepto alquilado. Creemos entonces que somos libres cuando no lo somos.
Vislumbra Lorente un mundo nuevo, una revolución a gran escala y es que todo el vasto campo de antenas desde donde se emiten las respuestas enlatadas, asidero de los poderes establecidos, será removido por la comunicación entre personas, cada vez más libres, cada vez más formadas, con cada menos menos zonas cerebrales entregadas a Matrix.
Habla del fin de la Edad Contemporánea, que comenzó en la malograda y falseada Revolución Francesa, atravesó el ínfero de la Revolución Bolchevique y que ha tenido múltiples amagos de inconformidad con lo establecido, como el Mayo del 68. Pero ahora empieza a haber más masa crítica, más hombres (y mujeres, quicir) libres y sobre todo y fundamental la ciencia y la tecnología permite comunicarnos entre nosotros.
La confrontación con la cruda y abyecta realidad, que dista un abismo de la que podría ser con el empleo de esta ciencia y tecnología, con la resolución de la mayoría de los problemas endémicos que asolan a la humanidad, será el germen y espoleta para esta guerra cerebral que va a desalojar a los inquilinos cerebrales de lo polítcamente correcto. Es la revolución.
Las grandes alturas desde donde se emitían dichas verdades, irán menguando, sumidas en el problema financiero, como ya está ocurriendo con muchos periódicos y televisiones, y junto a ellas, los poderes que se basaban sólo, en la conquista y vaguedad de nuestros cerebros. Tenían el poder, la substancia eterna de las palabras, por pura desidia nuestra, por los caminos machacados desde la infancia.
En la Edad Contemporánea se pasó, en los países desarrollados, del poder basado en la fuerza bruta y el temor, al poder basado en la mente, en una batalla aún más desigual que en la época de los cien mil hijos de San Luis. La ignorancia, el analfabetismo, la necesidad de supervivencia por encima de todo, hizo que se entregaran las mentes y los cuerpos a las fuentes de la verdad revelada, a las fábricas de conservas verdaderas.
Eso se está acabando. Llega la edad de los cerebros, como lo llama Lorente, la nueva edad del hombre, se podría llamar, ya que somos básicamente eso, cerebro. Un nuevo renacimiento, global. Un estallido de libertad que se está produciendo ya y que deja cada día un reguero de muertos que han salido de la caverna, aspirando el aire de la libertad y que son abatidos por los dogmáticos de antaño.
Pero esto no ha hecho nada más que empezar.
14 ene 2012
Responsabilidad y libertad.
Libertad para ser mejores vs Igualitarismo en la mediocridad. Meritocracia como base fundamental, como capa basal de la democracia.
Sería funcióndel Estado asegurar la meritocracia frente a una democracia, que es por casi por definición ignorante en sus decisiones y que permite que nos gobiernen cleptocracias como la actual.
Meritocracia y separación de poderes.
13 ene 2012
A galopar!. El borbonón: unidad de medida de relevación de verdad.
El negociado de la infanta, el escándalo de los EREs y 900.000€ para cocaína y prostitución del exDirector General de Empleo
Material más duro del universo hallado en Andalucía: cara de político apesebrado.
Iré como un caballo loco, by Arrabal. El pánico ante la verdad.
Cuando el mar de la corrupción baja - por falta generalizada de parné en la cosa estatal -, que alegremente tapaba a legión de corrutos de segundo orden, éstos, ateridos de frío, amenazan y cumplen con tirar de la manta.
Grandes escándalos, rechinar de dientes, masticación de ceniza en la exiguas y menguantes ciénagas y teatro de esta monarquía bananera. Codazos para permanecer en el escaso agua vivificadora, quítate tú para mantenerme yo, cortar por lo sano - por algún lado - para salvar la institución monárquica, quicir, la imposición monárquica.
En el caso de Urdangarín lo más relevante para mí son tus propias palabras ante su suegro y cuñado: "Aquí todo el mundo hace lo que le sale de los cojones, pues yo también".
Hispanistán, Vandalia. Esto es la actual definición del funcionamiento de la casta política que esclaviza, literalmente, al resto de homonídos, como si fueran otra especie desvinculada tiempo atrás. Somos los judios en este Egipto decadente y desde luego las plagas han comenzado: paro, recesión, conatos de sociedad libre, conatos de periodismo no apesebrado... Las plagas, esto es, la verdad(x,y,z,t) está saliendo a borbotones (o borbonones). Propongo el borbonón como unidad de medida de la verdad antes cautiva; debe tratarse de una medida de flujo de información (1 borbonón = verdad cautiva/s).
Lo de Andalucía revela que las plagas han empezado con toda su virulencia en mi tierra, donde el régimen psocialista andaluz es un virreinato, un auténtico régimen dentro de otro régimen, una estructura de poder fundada alrededor de una tortilla y unos polvos camaradas a la sombra de un pinar. 900.000€ para cocaína y prostitución del ex-Director General de Empleo, dinero que debía ir a los EREs de los despedidos. El propio escándalo de los EREs fraudulentos. Griñán, el propio Griñán, diciendo que su legislatura será recordada como aquella en la que se actuó contra los EREs..
Simplemente no tengo palabras. Escribo esto para delimitar y atar en corto de alguna manera la naúsea, la profunda repugnancia que me produce todo esto. El PSOE debería disolverse como un mal sueño, como una creencia fantasmal. Ojo, porque el PP participa y ha participado del mismo tinglado que el PSOE. Aquí no se salva ningún partido en esta cosa que es la partitocracia.
Hay que echarlos, como se echó a los franceses. A galopar, que diría Alberti, comunista pero poeta, a galopar hasta enterrarlos en el mar.
A toda la casta, incluido el Rey, destilación y mascarón de proa, gran Faraón, de este sistema que se burla, se mofa y nos esclaviza. Estos se piensan que España es un cortijo, su finca particular, que somos inocentes, los santos inocentes.
Art. 2. La nación española es libre e independiente, no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona. (Constitución de Cádiz, 1812)
Quicir
Viva la Pepa! Viva España!
Material más duro del universo hallado en Andalucía: cara de político apesebrado.
Iré como un caballo loco, by Arrabal. El pánico ante la verdad.
Cuando el mar de la corrupción baja - por falta generalizada de parné en la cosa estatal -, que alegremente tapaba a legión de corrutos de segundo orden, éstos, ateridos de frío, amenazan y cumplen con tirar de la manta.
Grandes escándalos, rechinar de dientes, masticación de ceniza en la exiguas y menguantes ciénagas y teatro de esta monarquía bananera. Codazos para permanecer en el escaso agua vivificadora, quítate tú para mantenerme yo, cortar por lo sano - por algún lado - para salvar la institución monárquica, quicir, la imposición monárquica.
En el caso de Urdangarín lo más relevante para mí son tus propias palabras ante su suegro y cuñado: "Aquí todo el mundo hace lo que le sale de los cojones, pues yo también".
Hispanistán, Vandalia. Esto es la actual definición del funcionamiento de la casta política que esclaviza, literalmente, al resto de homonídos, como si fueran otra especie desvinculada tiempo atrás. Somos los judios en este Egipto decadente y desde luego las plagas han comenzado: paro, recesión, conatos de sociedad libre, conatos de periodismo no apesebrado... Las plagas, esto es, la verdad(x,y,z,t) está saliendo a borbotones (o borbonones). Propongo el borbonón como unidad de medida de la verdad antes cautiva; debe tratarse de una medida de flujo de información (1 borbonón = verdad cautiva/s).
Lo de Andalucía revela que las plagas han empezado con toda su virulencia en mi tierra, donde el régimen psocialista andaluz es un virreinato, un auténtico régimen dentro de otro régimen, una estructura de poder fundada alrededor de una tortilla y unos polvos camaradas a la sombra de un pinar. 900.000€ para cocaína y prostitución del ex-Director General de Empleo, dinero que debía ir a los EREs de los despedidos. El propio escándalo de los EREs fraudulentos. Griñán, el propio Griñán, diciendo que su legislatura será recordada como aquella en la que se actuó contra los EREs..
Simplemente no tengo palabras. Escribo esto para delimitar y atar en corto de alguna manera la naúsea, la profunda repugnancia que me produce todo esto. El PSOE debería disolverse como un mal sueño, como una creencia fantasmal. Ojo, porque el PP participa y ha participado del mismo tinglado que el PSOE. Aquí no se salva ningún partido en esta cosa que es la partitocracia.
Hay que echarlos, como se echó a los franceses. A galopar, que diría Alberti, comunista pero poeta, a galopar hasta enterrarlos en el mar.
A toda la casta, incluido el Rey, destilación y mascarón de proa, gran Faraón, de este sistema que se burla, se mofa y nos esclaviza. Estos se piensan que España es un cortijo, su finca particular, que somos inocentes, los santos inocentes.
Art. 2. La nación española es libre e independiente, no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona. (Constitución de Cádiz, 1812)
Quicir
Viva la Pepa! Viva España!
10 ene 2012
9 ene 2012
8 ene 2012
Labyrinth, by Larry Collins
En primero de carrera un compañero me espetó un "el ejército americano ha descubierto una frecuencia que te cagas".
Después de un primer momento de perplejidad porque la frase no estaba enmarcada en un contexto adecuado, sino que fui golpeado con ella de manera abrupta, pensé que el ejército useño estaba experimentando con frecuencias ultra-rápidas..pero eso no tenía ningún sentido. Lo hacen desde tiempos inmemoriales.
Pensé después que era un cursi de tomo y lomo cosecha de algún colegio de pago y que la frecuencia en cuestión le parecía "bonita". Pero eso no tenía ningún sentido. A efectos estéticos y de moda urbana homologada, todas las frecuencias son iguales. Además, aquel no era un pijo.
Ante mi cara de pasmo, insistió en el verbo en cuestión. O sea, que con una antena apuntando a un homínido y a una frecuencia adecuada, exacta, precisa, el vientre entraba en ebullición y el bípedo implume se iba por la pata abajo.
Eso, es un escenario de combate o en una reunión de alto copete puede suponer un problema.
En tres jornadas que me atrevería a calificar de heroicas, agonales, este bípedo ha liquidado Laberinto, novela de Larry Collins, que para el que no lo conozca (yo) era parte del dúo Lapierre-Collins, con gran éxito en todo el mundo con libros como Arde París? (vete tú a saber), Mañana la libertad y otros.
Historia de espías en plena guerra fría cuyo tema central es el control de la mente usando frecuencias muy bajas. Bueno, es un control mental de pacotilla, ya que sólo se aspira a sacar de sus casillas a alguien en un momento dado inyectando vía frecuencial la consabida señal mágica que le haga perder los estribos. Aquí no se trata de invitarle con insistencia a que vaya al water closet.
Y eso que interés puede tener?
Bueno, si el individuo es el presidente de los Estados Unidos y tiene que responder a un atentado terrorista de gran magnitud la cosa cambia...
Personajes bien perfilados en general, sobre todo el protagonista Art Bennington, y una trama bastante bien urdida, aunque algo previsible. Parece que Collins conoce los ingredientes y la cocción necesaria para un bestseller: tramas paralelas, mujeres misteriosas, sexo y violencia a partes iguales y una buena documentación de los procedimientos de los servicios secretos, la neurología y los sistemas de telecomunicaciones. Esta parte de trabajo de documentación me parece lo mejor de la novela, siendo lo demás como los adornos de un árbol de navidad.
Recomiendo el libro y le doy un 7.
Después de un primer momento de perplejidad porque la frase no estaba enmarcada en un contexto adecuado, sino que fui golpeado con ella de manera abrupta, pensé que el ejército useño estaba experimentando con frecuencias ultra-rápidas..pero eso no tenía ningún sentido. Lo hacen desde tiempos inmemoriales.
Pensé después que era un cursi de tomo y lomo cosecha de algún colegio de pago y que la frecuencia en cuestión le parecía "bonita". Pero eso no tenía ningún sentido. A efectos estéticos y de moda urbana homologada, todas las frecuencias son iguales. Además, aquel no era un pijo.
Ante mi cara de pasmo, insistió en el verbo en cuestión. O sea, que con una antena apuntando a un homínido y a una frecuencia adecuada, exacta, precisa, el vientre entraba en ebullición y el bípedo implume se iba por la pata abajo.
Eso, es un escenario de combate o en una reunión de alto copete puede suponer un problema.
En tres jornadas que me atrevería a calificar de heroicas, agonales, este bípedo ha liquidado Laberinto, novela de Larry Collins, que para el que no lo conozca (yo) era parte del dúo Lapierre-Collins, con gran éxito en todo el mundo con libros como Arde París? (vete tú a saber), Mañana la libertad y otros.
Historia de espías en plena guerra fría cuyo tema central es el control de la mente usando frecuencias muy bajas. Bueno, es un control mental de pacotilla, ya que sólo se aspira a sacar de sus casillas a alguien en un momento dado inyectando vía frecuencial la consabida señal mágica que le haga perder los estribos. Aquí no se trata de invitarle con insistencia a que vaya al water closet.
Y eso que interés puede tener?
Bueno, si el individuo es el presidente de los Estados Unidos y tiene que responder a un atentado terrorista de gran magnitud la cosa cambia...
Personajes bien perfilados en general, sobre todo el protagonista Art Bennington, y una trama bastante bien urdida, aunque algo previsible. Parece que Collins conoce los ingredientes y la cocción necesaria para un bestseller: tramas paralelas, mujeres misteriosas, sexo y violencia a partes iguales y una buena documentación de los procedimientos de los servicios secretos, la neurología y los sistemas de telecomunicaciones. Esta parte de trabajo de documentación me parece lo mejor de la novela, siendo lo demás como los adornos de un árbol de navidad.
Recomiendo el libro y le doy un 7.
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