Reproduzco aquí una comunicación del MCRC Granada que me llegó antes de las elecciones generales y que incide en una entrevista en Periodista Digital a Roberto Centeno, presentando su libro El disparate nacional.
En esta entrevista que te paso, Roberto Centeno habla claramente del deficit democratico de España y de la falsedad politica que en gran medida a conducido a esta crisis y que la permanencia del regimen que ha conducido a la crisis evitara la salida de la misma.
Escucha lo que dice Centeno, porque creo que tiene muchas razones. Es interesante.
http://www.periodistadigital.com/economia/instituciones/2011/11/15/roberto-centeno-zapatero-solves-rato-transicion-disparate-nacional-rajoy-berlusconi-papandreu.shtmlPienso que paricipar de una u otra manera en las votaciones del 20N es legitimar el regimen politico que nos va llevar a la puerta de la tumba, por tanto y en contra de la falsedad difundida, si votas, despues no te quejes, has elegido tu propia condena. Porque el regimen en su conjunto mantiene secuestrada la libertad colectiva (libertad politica) y con ello evita la llegada de la verdadera democracia en favor de unas oligarquias politicas y economicas que se retroalimentan con verdaderos acuerdos, transaciones mercantiles y administrativas, llenos de suculentos intereses economicos y privilegios. ¿A costa de quien? ¿No sera el verdugo el mismo que piensas?, ¿este nos va sacar del agujero"?.
Siendo asi las cosas, es posible que volvamos a la epoca donde se gritaba, "Vivan las caenas" en tienpos de Fernando VII. Pero ahora con la legitimidad de las urnas.
¡Vivan las cadenas! es un lema acuñado por los absolutistas españoles en 1814 cuando, en la vuelta del destierro de Fernando VII, se escenificó un recibimiento popular en el que se desengancharon los caballos de su carroza, que fueron sustituidos por personas del pueblo que tiraron de ella. Se pretendía justificar con ello la decisión del rey de ignorar la Constitución de 1812 y el resto de la obra legislativa de las Cortes de Cádiz, gobernando como rey absoluto, como le proponían los firmantes del Manifiesto de los Persas (12 de abril).
En otras ocasiones se combinaba el grito con otros de contenido parecido: Muera la libertad y vivan las cadenas, Viva el rey absoluto y vivan las cadenas, etc. En 1823, cuando la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis acabó con el Trienio Liberal, se produjeron adiciones de nuevos contenidos al lema: Vivan las cadenas y mueran los negros y Vivan las cadenas y muera la nación. Negros era el nombre con el que los absolutistas se referían a los liberales españoles; y nación era una palabra de contenido político liberal (soberanía nacional, milicia nacional, bienes nacionales, etc.
Desde entonces el grito vino siendo usado no tanto por los absolutistas como por sus enemigos políticos con fines peyorativos, del mismo modo que usaban para referirse a ellos el epíteto de serviles. Muy a menudo, la forma de referirse al lema para marcar esa intención era exagerar una entonación vulgar: ¡Vivan las caenas!
Que todo sea leve.
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