Seguridad informática. Software libre. Tecnologías de derechos de autor.

Seguridad informática. Lógica y física.
(Ds,I,S,M).

Ds (DoS,DDos,DRDos) (Connection flood, jamming, ping de la muerte,
eMail bombing, smurf, supernuke).

I (Decoy, keyloggers, TCP connect scanning, TCP SYN scanning,
fragmentation scanning, eavesdropping packet sniffing, snooping-downloading).

S (IP splicing-hijacking, browser hijacking, MITM, IP spoofing,
spoofing-looping, web spoofing, DNS spoofing, mail spoofing, ingeniería social).

M (tampering, malvare (virus (virus, gusanos, troyanos,bombas lógicas),código
movil malicioso).

Subsistema contra incendios. Clases de fuego. (UE-Australia; USA).Eléctrico.

Software libre. Licencias. Programas.
Derechos autor. Tecnologías DRM. Lenguajes específicos.


Hubo un tiempo en que era una figura respetada dentro de la Cátedra de Flamencología de Jerez. Poseía una bartola que apoyaba con arte en las barras de los tabancos y tabernas mientras marcaba el ritmo ancestral sobre la superficie de madera.
Pero me tenían inquina, envidia. Mis investigaciones sobre el origen del flamenco, después de habitar durante un lustro entre la berbería y la morería, entre los euskaldunes de los más profundos valles y entre los indios prebrahmánicos de las afueras de Goa, me habían llevado a descubrir la raíz común que unifica las 7 Llaves del Flamenco, la mítica Llave maestra, el Santo Grial del Cuello de Toro.
Fueron años de penalidades, alejados del buen yantar y el venerado chicharrón. No dejaba ver mi anatomía y mis silencios a la hora del Rocio, en la Hermandad de Jerez, en el grito de "Ven a Jerez, ven a Jerez", del curita llamador.

Perdí la bartola y ya mi rostro no tenía el desplazamiento al rojo que tienen los astros alejados de la tierra plebeya al injerir algún hectólitro de fino. Ya no tenía cuello toro y dejaban caer que sobre las maderas viejas ya no seguía el compás gitano que agita los pies y que tuesta las pieles, cual altramuz, chochito o kiko.

Y para colmo mi teoría. Lo que les faltaba. La Teoría Unificada del Flamenco (TUF), publicada por Flamenco, la prestigiosa revista de Majarromaque y que había desatado la polémica. Y es que no se podía tolerar, señores, que un recién llegado como yo, un advenedizo, un xerezano de origen castúo, a lo azúcar moreno, chunguito, cante jondo de piara y tomate, hidalgo pobre y arrestos desmesurados a lo autista-artista, se sacase de la manga semejante revelación.

Y esos vídeos, el colmo. Pues mi trabajo me costaron.
Fueron grabados a las afueras de Tánger, muy cerca las Cuevas de Hércules, que no en Toledo. Allí, provisto de mi cámara Sony de 1993 y de un porro trompetero (by Ketama, 2005) pude rodar los balbuceos, los estertores de una antiquísima tradición que se mezclaba desde siempre, llevaba por el viento de levante, con las culturas ibéricas.

En ellos se puede ver la típica formación de tres protoflamencos, siendo la figura central el que da el cante. Sus gorgoritos guturales, con suaves reberberaciones tirolesas, son el eslabón perdido entre el actual flamenco y el grito pelao de dolor (todavía se escucha el eco en el yacimiento de Villaluenga del Rosario).

Se ven también los primeros movimientos de palmas, de los futuros palmeros que acompañan a la figura central.

Se observan, igualmente, la distinta cadencia y timbre del guturo ancestral dependiendo del diámetro del cuello-toro.

Les dejo, les dejo con esos vídeos, ya míticos, que me tienen apartado de mi querida Cátedra de Flamencología.