Oceános de corrupción, demagogia, dogmatismos y ignorancia voluntaria invaden Europa, siendo España una de sus principales orillas.
El Mare Nostrum ha pasado a ser un mar podrido y fétido que atenta contra el sentido común, las leyes de las Matemáticas y los principios elementales de la ética.
El mar que vino nacer el armazón de estos conceptos, tiene que ver en sus orillas un tropel de homínidos en tropelía desatada, unas mafias galopantes nutridas de la verdad arrebatada, unos políticos vendidos al mercadeo tabernáculo, unos tráficos de influencia que ríete tú de las grandes autopistas de las telecomunicaciones.
Europa ha vivido bajo un régimen cuasitotalitario desde la Segunda Guerra Mundial, absolutamente postrada ante los intereses americanos y ante la libertad de sus hombres y mujeres, asegurada por un sistema político casidemocrático. Mejor para ellos y peor para nosotros por no desembarazarnos de unas estructuras políticas impuestas a un continente vencido.
Hombres despreciables, el summun de la mediocridad, alzados por obra y gracia de los partidos estatales, a las más altas cotas de responsabilidad. Pero qué locura es esta?.
Qué daño terrible han hecho a Europa las dos guerras mundiales, innoculándonos en vena el miedo supremo a la autoridad.
La autoridad. Oh, ah, uh.
La verdadera autoridad proviene de la auctoritas, esa que nace de la virtud del hombre justo y que se refleja en sus actos. No la autoridad que baja milagrosamente del cielo, no la autoridad que emerge por gracia de Dios de un mar de sangre, no la autoridad que se reencarna en el miedo, no la autoridad que se hereda por vía hemofílica y borbónica herencia, no la autoridad que se fundamenta en la mentira y aleja todo lo que de verdad y vida pueda haber a su alrededor.
Ver las noticias da risa. Y pena. Y podría dar miedo. Pero no. Lo que da fundamentalmente es risa, mucha risa. Porque no me dirán ustedes que no es para jartarse de reir con lo de la Aurora Dorada, que es de aurora boreal.
Creo que quieren exterminarnos a carcajadas, fallecer de baile de san vito nervioso ante tanta película mala de terror que se adentra, millas, en los territorios de lo cómico. Javier Arenas, Elena Valenciano, Rubalcaba, El Rey ...por favor, parad.
Quería seguir con este artículo, iba a decir algo realmente brillante, pero mejor sigue tú, que a mí me da la risa...
Ah sí, que iba a decir que cómo Europa se descuide un poco vamos a acabar todos -menos Alemania- en el zoo de Berlín, delirando por las drogas. La peor, la mentira.
La mejor, la verdad.
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