Hoy han sido noticia las reacciones al plan propuesto por Ibarretxe que tiene en el referéndum del 25 de Octubre de 2008 su punto central, la ley de consultas populares en Cataluña y la presentación del nuevo partido UPD (Unión, Progreso y Democracia). En el exterior, continúa la represión en Birmania, con nuevos datos obtenidos por satélite y la “decisión judicial” pakistaní que permite a Musharraf presentarse a las elecciones sin renunciar al mando de las fuerzas armadas.
La situación política en España se acerca de manera cuantitativa y cualitativa a un punto crítico, que, como en la Teoría de las Estructuras Disipativas de Prigogine, puede hacer que el sistema cambie absolutamente funcionando de manera nueva.
El órdago lanzado por Ibarretxe de referéndum, en el actual ambiente social de cierto cuestionamiento de la institución monárquica, junto a una actual clase política especialmente torpe, puede tener consecuencias y desenlaces no esperados por la oligarquía política.
Creo que uno de los escenarios globales a los que se puede arribar es a la República. Y afirmo más, esta República sería de índole eminente diferenciada de la Segunda República Española, alejándose del federalismo oportunismo que desde algunos sectores de la “izquierda” se ha promovido históricamente.
La irrupción de partidos políticos no convencionales, como UPD y Ciutadans, esto es, en España, no alimentados al amparo de la criatura mortecina franquista y su sistema de cuotas, puede indicarnos el despertar político de una sociedad harta de pactos a sus espaldas y de una monarquía que a la hora de la verdad no hace absolutamente nada por asegurar la unidad de España.
El proceso desencadenado por el anuncio de referéndum de Ibarretxe puede tener, como consecuencia natural, la emergencia de otro proceso, estimulado de forma teórica por el MCRC, que lleve a otro referéndum que abarque y que deje sin relevancia política al de Ibarretxe: el referéndum sobre la forma de estado para España.
Al referéndum de Ibarretxe sólo se le puede anteponer otro Referéndum, la consulta vinculante que puede traer la Verdad-Libertad a España, rescatándola de manos de políticos profesionales oportunistas del disparate libre.
Aunque la actual legalidad constitucional prohíba la celebración del referéndum, el clima político va a conceder vinculación incluso a consultas no vinculantes, en un país donde no existe opinión pública más allá de los partidos, siendo el virtual triunfo de una consulta de resultado no esperado por la partitocracia, el grito angustiado de una sociedad civil que quizás prefiera saltar de una oligarquía de partidos a otra.
Los procesos puestos en marcha son concurrentes en la posibilidad de un cambio de régimen, una República Constitucional que dé respuesta a los graves problemas que asolan España y que han estado aparcados durante 30 años. Se acerca la hora de la verdad, esto es, se acerca la hora de la libertad.
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