11 sept 2007

El Árbol de la Vida


La lealtad es el reconocimiento del vínculo substancial, el aprendizaje del hondo camino que baja. Tradicionalmente se han mirado cielos en busca de divinidades, pero ahora, con la lente de la verdad-libertad, descubre el hombre simas de donde emerge a borbotones savia verde.

Descubre el hombre que se halla situado a la altura de la copa de un árbol, del Árbol de la Vida, siendo su vida un pequeño tallo con algunas ramas y hojas, un arbolito dentro de la estructura fractal del gran árbol.
Descubre con la verdad-libertad que le interesa la libertad de los demás, que le interesa que toda la copa del gran árbol esté verde, que todas las hojas estén sanas.
Su libertad es la libertad de los demás, su verdad es la verdad común del descubrimiento de que la verde savia asciende a través de ramas (mónadas) y troncos fuertes (naciones) gracias a la salud global de la substancialidad colectiva que es la gran copa arbórea.

La verdad-libertad de las hojas (hombres) es lo que eleva la savia que discurre por sagrados caminos de vínculo substancial.

Para que el árbol sea de Vida, son requisitos pues la verdad-libertad de los hombres que se traduzca en lealtad a la mónada y a la nación del tronco común.

Los frutos de este árbol fantástico, majestuoso, que empieza a reverdecer gracias a la vitalidad de un puñado de hojas verdes, hablarán todos un lenguaje común que mana desde las profundidades de la tierra. Como un pentecostés vegetal, las hojas hablarán lenguas naturales y desconocidas en la Monarquía de Partidos.

El Árbol de la República Constitucional situará a los hombres ante la posibilidad de flanquear a los dos ángeles de espadas flamígeras que guardan el Edén cuando el viento o los pájaros pasen a su vera transportando los frutos de la verdad, libertad, espontaneidad.
Como dijo alguien en este blog hace tiempo, la vida es un viaje a la infancia.

Expulsados del Paraíso al crecer, espoleados por el dragón hormonal, regresaremos a él habiendo aprendido a convivir estudiando y recordando durante siglos la estructura del Árbol de la Vida.

Viva la República Constitucional.

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