26 dic 2010

El misterio de España (III)

¿Hay algún país, no ya occidental, sino en el mundo, donde se haya instaurado una auténtica meritocracia?.
En la esencia de una democracia integral debería estar la recompensa al mérito, al esfuezo, debiendo estar el nivel igualitario en una educación de calidad para todo el mundo, proporcionando igualdad de oportunidades en el desarrollo de cada persona. El voto diario, el esfuerzo personal, debería tener en una auténtica democracia vías de promoción, zonas de impacto y repercusión, no debiendo estar acotadas, de facto, en un sistema férreo de castas.

Votar cada cuatro años a un partido político que no tiene ninguna responsabilidad sobre, no ya el cumplimiento o no de su programa, sino de cierta similitud entre la orientación general de la acción de gobierno y el susodicho programa, es una parte nimia de una democracia. De hecho, y al igual que otros mecanismos de los estados, sirve para canalizar a una vía muerta la fuerza y anhelos de la sociedad civil.

El control que tiene la sociedad civil sobre el estado es nulo, pero aquella mantiene una ilusión infantil, teatral, en que decide algo importante, y la triste realidad es que la repercursión no pasa de un mayor protagonismo de un payaso-partido u otro. De la pregunta de ¿cómo están ustedeeees? se desprende el desarrollo inicial de una actuación circense que se prolongará más o menos durante cuatro años sobre la base fundamental, aunque parezca que se pelean grandemente por el poder, de un guion de consenso esencial entre todos los partidos políticos: nosotros somos la casta política, los únicos actores de la sociedad política.

Considero que la expulsión de los judios de este país es un acto fundacional del estado español de mayor calado que el propio descubrimiento de América, llevado a cabo por un más que probable judío. A grosso modo, supuso la expulsión de la excelencia, del esfuerzo intelectual, de gran parte de la potencia creadora y de una tradición religiosa ancentral. De por qué han sido tradicionalmente los judíos más creativos y dotados para el intelecto, es tema que trataré en otro artículo, pero que reside simplemente en la educación y en los propios dogmas del judaísmo, no constituyendo en absoluto una supremacía racial - ya que no existe raza judía -.

En aquella verdadera lucha de poder, se usó el componente religioso para desplazar a una población que ocupaba posiciones de privilegio labradas por mérito propio y para proteger al catolicismo de sus propios orígenes judíos. Aquello se puede considerar una guerra civil, donde literalmente se diezmó la población española, una herida larvada que por la importancia que tuvo se propagaría en el tiempo durante siglos, mantenida además por los no pocos critojudíos que se quedaron borboneando en las españas.

En este sentido, los RRCC volvieron a usar al cristianismo como aglutinante de sus dominios como ya hicieran los romanos para con su imperium, poniendo especial énfasis en la antinomia con lo judío..

Pero retomemos el tema del misterio español. Qué hubiese pasado si con el paso del tiempo ese diez por cierto hubiese ganado la supremacía cultural, ganada ya como estaba la supremacía intelectual?. Qué hubiese pasado si España hubiera sido paulatinamente judeizada?. Si la base de lo español fuese lo sefardita?.

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