Foto: Ateneo de Madrid.
No sé exactamente lo que es el PNL o Programación NeuroLinguística. Tengo nociones, barruntos, quizás equivocados o levemente prejuiciosos, de que se trata de focalizarse en una imagen de un futuro que se desea que se cristalice, de que se trata de algo sutilmente germano-argentino, con charlatán boludo y mina pampeña que convence finalmente, al atribulado contribuyente.
Hay novelas que nunca escribiré, ya que de momento he escrito tan sólo una y duerme el sueño de los justos en una caja fuerte en Suiza. Y como el tiempo es limitado y no abundan los ladrones de ideas para perpetrar un libro, voy a exponer aquí, púbicamente, una.
El personaje principal es Pedro I El Cruel, su reinado y su guerra con Enrique II de Trastámara, que puede ser considerada como la primera guerra civil española, acaecida entre 1366 y 1369 - de gran parecido numérico con la cercana 1936-1939 - y con la pecularidad del acercamiento y supuesta protección de Pedro al mundo judío, además de la probaba defensa de la burguesía y baja nobleza frente a la alta nobleza y clero.
A Pedro, perdedor, le colgaron el sambenito de El Cruel -llamado sin embargo El Justiciero por sus acólitos -, jalonándole con todos los vicios del alma: gran fornicador, gran pendenciero, no afiliado a partido o sindicato..
Pues bien, la esencia de la novela consistiría en la posibilidad de que Pedro profesase en secreto la religión judía, o sea, criptojudío, teniendo la aspiración de extender esta religión en España apoyado por una boyante burguesía que se revela ante los privilegios de nobleza y clero, que se revuelven contra esta revolución económica y religiosa y que finalmente derrotan a este Akenatón hispano.
Leo en Wikip. que existen en la Biblioteca Nacional 16 o más manuscritos...
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