11 dic 2010

Un hiperbólico andaluz.

MAX.-Échame el aliento.¿Adónde te has ido, Latino?
DON LATINO.- Estoy a tu lado.
MAX.- Como te has convertido en buey, no podía reconocerte.Écharne el aliento,ilustre buey del pesebre belenita.¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá elBuey Apís. Le torearemos.
DON LATINO.- Me estás asustando. Debías dejar esa broma.
MAX.- Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO.-¡Estás completamente curda!
MAX.- Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO.-¡Miau!¡Te estás contagiando!
MAX.- España es una deformación grotesca de la civilización europea.

(Luces de Bohemia, Valle Inclán)


Este pasaje de Luces de Bohemia es absolutamente genial; contiene algunas de las claves para entender -o empezar a entender- este bendito y maldito país llamado España. Los héroes clásicos han ido a pasearse al Callejón del Gato debería figurar en algún escudo de armas o sello ministerial, como el Non Plus Ultra de antaño o el Plus Ultra de hogaño.

Este país, nutrido por aguas de escorrentía y sedimentos de varios pueblos, es canónicamente y finalmente catalogado como de civilización romana y religión católica, aunque tras esta clasificación taxonómica emergan fuertes tensiones que son las que deforman los espejos del Callejón del Gato.

España es uno de los países europeos que mejor conserva sus raíces paganas, -escamoteadas como en todas partes por transmutación en santos y lugares- pero que aceptó finalmente la ortodoxia católica porque precisamente es la ortodoxia la que mejor se adapta al paganismo antiguo.

Los dogmas cristianos son la sublimación y cristalización de dogmas paganos que confluyeron desde todas las cuencas del Mediterráneo; ya lo dijo Chesterton: el catolicismo es el valladar de todas nuestras alegrías paganas. Y es que el cristianismo fue en algún decisivo momento, alentado - al menos - por el Imperio Romano, siendo en la actualidad su fantasma, el fruto póstumo de las legiones romanas.

Pero si todo esto es cierto, ¿a qué las tensiones? ¿por qué se deforman los espejos? ¿por qué son irreconocibles los héroes clásicos?. Porque en algún momento se perdió la conexión entre lo pagano, lo íbero, lo tartesio, con ese molde conformable de la ortodoxia cristiana: en la conquista musulmana de España.

No deja de ser curioso que el Islam surgiera a partir de una secta herética cristiana: los nestorianos, uno de cuyos monjes fue maestro del camellero saudí. Los nestorianos defendían la separación radical entre la naturaleza humana de Jesús y su naturaleza divina, que le vendría después, así como la condición de María como Madre del Jesús humano, y en ningún caso ostentatoria del título de Madre de Dios, en línea con lo afirmado en los dogmas musulmanes.

O sea, que a grandes rasgos, y entornando los ojos, podríamos ver al Islam como una secta cristiana, de menor complejidad que la propia ortodoxia, que al entrar en la Península y precisamente por su mayor simpleza teológica, rompió los fuertes lazos que unían a la ortodoxia con el paganismo local. Esta circunstancia sería pues, una de las fuerzas centrípetas que han empujado a España fuera de la europa bien.

La otra fuerza que provoca el abombamiento y estrechamiento de espejos y cinturas gobernantes y gobernadas es la organización política resultante de estos vaivenes históricos. Afirma Oliveira Martins en su libro Historia de la Civilización Ibérica que en España convivieron y conviven una municipalidad casi democrática, de origen romano, con una aristocracia siempre tendente al feudalismo, de origen godo, que no hicieron gran cosa en España salvo comerse el turrón de la viuda y de paso legitimar a la actual monarquía grotesca.

Así pues, en lo religioso, la pérdida de la conexión pagano-ortodoxa, provocando tensiones como el anticlericalismo y la formación de un clero romo, apoyador de la organización superpuesta goda y del soconusco con chocolate. En lo político, dicha organización política, que ha aplastado a la sociedad civil, negándola el acceso a la libertad y a su propia responsabilidad, en convivencia con un clero que aplica la ortodoxia de Roma, no como sucesora de miles de años de traditio pagana, sino como aliada de la fuerza de las armas. En lo teológico nunca admitirán esta premisa - y tampoco hace falta - aunque en lo político, el clero, este clero acomodaticio, amigo de nacionalistas y prebendas, debería apoyar la instauración de una verdadera democracia en España, heredera del municipalismo romano, en la mejor tradición republicana. O sea, a mi entender, el clero está en lo correcto teológicamente pero no en lo político.

Pero claro, aquí nos topamos, como Don Quijote, con la Iglesia. Con esa Iglesia conchabada con el Estado, perdonándose mutuamente los pecados. El Estado perdona a la Iglesia sus origenes paganos y la Iglesia perdona al Estado su desvinculación de la sociedad civil, pecado mutuamente compartido.

Cuando se habla de la separación de Iglesia y Estado y de "Estado laico" se está cerrando definitivamente una de las grandes posibilidades de regeneración de la organización política a través de la regeneración de la Iglesia.

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