Hace 5 años me compré este libro, Entrepreneurship, para redactar un plan de negocio que presenté en el IX Congreso Nacional de Internet, Telecomunicaciones y Sociedad de la Información. Semanas antes había hecho un curso en la desaparecida Bancaja de creación y dirección de empresa, temática que volvería a repetir en un curso excelente de varios meses que impartí el EOI en las instalaciones del CADE de Cádiz.
Me formé en estos temas porque ni en Educación Secundaria ni siquiera en la carrera universitaria pude ver una sola materia sobre creación y dirección de empresa, sobre gerencía. A lo más, unas casposas asignaturas en la universidad? que nos d-i-c-t-a-b-a un tipo totalmente engolado y engominado, ametrallando obviedades que hacían temblar el misterio. El misterio de la supervivencia de la casta política, parasitaria y ladrona.
En aquellos días, recuerdo haber escrito a varios profesores universitarios de Economía de la Universidad de Málaga, para hablar, para charlar de cosas que se me pasaban por la cabeza. La cara de perplejidad con la que me recibían era un poema, como de extrañeza, tendiendo a la disección de un bicho raro. Pero yo quería aprender, charlar, conversar, calibrar los límites de aquel mundo. Y está bien conocer los límites del mundo: a veces descubres que están mucho más cerca de lo uno creía, a veces están más lejos, pero su aspecto es tan horrendo que no merece avanzar hacía ellos, a veces sí.
Y a veces, o muchas veces, uno lo que quiere es echar abajo los límites. No por echarlos abajo, por el puro placer destructivo, sino por la creación de algo nuevo, mejor.
A un sector de la población que se acomoda en los sofales de los régimenes, casi desvencijados ya, como en el actual régimen, y que juzgan a los no apesebrados de cutrefreaks, a los no llamados a la mamandurría de pentecostés, que baja cada cuatro años portando la urna funeraria.
Los habitantes de la frontera, los contrabandistas (no los de tabaco, como ese exconseller de ERC, claro) conseptuales (trade mark, again) and Cutrefreaks People son los que han hecho avanzar el mundo de sus caídas en la locura 100 per cent racional o en el modus operandi del hortera de bolera, animalito de partido político o petard@ descerebrad@, 100 per cent irracional, con un 3 per cent of comission.
Bueno, ya estoy bajando del monte. Esto, que el libro está muy bien. Le doy un 8.
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