21 jul 2012

Todo va a cambiar, by Enrique Dans.

He terminado de leer Todo va a cambiar, de Enrique Dans . En este trance me hallo cuando me topo con que el autor ha publicado el libro en una edición social , gratuita, abierta a todos, enriquecida con fotos, vídeos y enlaces y con la posibilidad de que cualquier lector pueda subrayar el texto común y hacer comentarios, distribuyéndolo, si quiere, por redes sociales. Véase http://www.enriquedans.com/2011/07/edicion-social-de-todo-va-a-cambiar.html .

Yo no compré el libro, pero si hubiera sabido esto, no habría tenido que vivir una experiencia kafkiana en la Biblioteca Central de Madrid en busca y captura de este libro y otros dos más. Por cierto, los recortes habían llegado al recinto y estudiantes y masoquistas bibliográficos nos cocíamos como pollos al abrigo y arrumaco de la celulosa.

"La red es un entorno de relación e innovación cuya naturaleza debe ser protegida por todos los medios".

"Uno de los importantísimos cambios que estamos viviendo es el desarrollo de una economía de relaciones"

"La disminución brusca de los costes de transacción y comunicación constituyen el cambio más significativo que hemos vivido en el sistema económico desde la Revolución Industrial".

 El libro es muy recomendable que ya recorre las principales líneas de ruptura de la enorme falla tectónica que la innovación tecnológica está introduciendo en nuestras vidas. En todos los ámbitos: laboral, de relación entre clientes y empresas, políticas, educativas. Literalmente es un nuevo mundo, que él califica de sociedad hiperconectada o de neohumanismo.

Vamos hacia un mundo donde el centro de todo vuelve a ser el hombre, el ciudadano. El hombre como medida de todas las cosas. Por supuesto, la irrupción de Internet no trajo consigo inicialmente esto, sino que el modelo antropomórfico ha venido configurándose a raíz de la llamada web 2.0. El hombre, en el centro.
 La actual crisis económica tiene, a mi entender, gran parte de su origen en la transición a este nuevo modelo. Es el dolor de un parto, es la incertidumbre de un sistema que tradicionalmente ha pastoreado y ninguneado al cliente, consumidor, ciudadano. Lo ha despreciado, relegándole a la categoría de recurso "humano", a la noción de apunte bancario.

El hombre, conectado con otros hombre, se eleva, rompiendo el techo de cristal creado por empresas y estados totalitarios, maquillado todo por sistemas de comunicación unidireccionales, que ha modo de modeeeeeeeerna iglesia, invitaba a la diaria y continua comunión con los valores y credos de la gran mentira democrática. Esta crisis mundial es la crisis de la televisión.



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