La Diada del pasado día 11 demuestra que estamos ante la mayor crisis del Estado en toda la transición, la eterna transición a ninguna parte, o mejor dicho, al destino confuso y mentiroso de la partitocracia disfrazada de democracia.
España tiene que aceptar que una gran mayoría de calatanes quiere cambiar su status político buscando algo que falta de forma dramática en el actual estado español: LIBERTAD POLÍTICA; los españoles tenemos que aceptar que una gran parte de los catalanes no se encuentra a gusto dentro de este Régimen partitocrático y que han terminado por optar por la INDEPENDENCIA de Cataluña antes de seguir formando parte del actual sistema político.
En el tema de Cataluña soy bastante pesimista, no tanto por lo avanzado del proceso soberanista y por el creciente desapego hacia el resto de España, que se ha visto catalizado por la terrible crisis económica, sino sobre todo por la dramática incompetencia y torpeza de nuestros políticos, que, en defensa de sus intereses partidistas y particulares han provocado unas rigideces que van a abocar a la ruptura de España.
Ya lo comenté en varios posts hace meses: la única solución a este atolladero en el que se encuentra España, tanto económica como política, es una dosis masiva de libertad, de libertad política, una marmita entera de libertad como no se ha visto NUNCA en este país, y que conllevaría mostrar a los catalanes -y al resto del mundo - que LOS ESPAÑOLES TAMBIÉN QUEREMOS LA LIBERTAD, LA INDEPENDENCIA CON RESPECTO A ESTE ESTADO PARTITOCRÁTICO.
España necesita una catarsis para liberar sus enormes potencialidades, oprimidas desde hace siglos por las leyes eclesiásticas, por los frenos al comercio, por una clase dirigente carpetovetónica y este reto supremo que se plantea el 9N podría ser la oportunidad perfecta para esta COMUNIÓN CON LA LIBERTAD POLÍTICA.
Ayer Alberto Garzón planteó en el Congreso la posibilidad de convocar un referéndum a nivel nacional para elegir entre Monarquía o República como forma de gobierno, mientras los dos partidos mayoritarios plantean medidas cosméticas de "Regeneración política" con las que pretenden embridar las incontenibles ansías de libertad que se acumulan en las mentes y en los corazones de todos los españoles, y que emergen en un ascenso espectacular de partidos como Podemos y del nacionalismo separatista. LOS ESPAÑOLES GRITAN - CALLADAMENTE O NO- LIBERTAD CÓMO Y DÓNDE PUEDEN.
Por eso, la única manera de conservar la unidad de la nación española es la apertura de un proceso constituyente que SUPERE LA OFERTA LIBERADORA que prometen los actuales movimientos ascendentes, QUE PIDA LA IN-INDE-INDEPENDENCIA de los españoles con respecto a las verdaderas fuerzas opresoras que se enseñorean en España: la falta de representatividad de los políticos, la absoluta falta de control que tenemos sobre ellos una vez VOTADOS (Que importancia dan los nacionalistas a VOTAR, como si fuera la quintaesencia de la democracia) y la no separación de los poderes.
Y si yo tuviera ese poder, empezaría ese reto, ese proceso a la libertad política el próximo día 9-N convocando un referéndum a nivel nacional con las siguientes preguntas:
1. ¿Quiere que España sea un nuevo Estado tras la apertura de un proceso constituyente?
2. ¿Quiere que España sea un Estado regido por una República?
Hay que mejorar, radicalmente, la oferta.
Pido humildemente a todo aquel o aquella que no los conozca, que se informe sobre los postulados de la República Constitucional
Pido humildemente a todo aquel o aquella que no los conozca, que se informe sobre los postulados de la República Constitucional
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