7 oct 2009
Cirac.
Al final no le han dado el Nobel a Juan Ignacio Cirac, pero estoy convencido que se lo darán si logra construir un prototipo de ordenador cuántico.
La candidatura de Cirac al premio Nobel de Física fue la noticia más relevante del día de ayer, de una importancia fundamental, algo que debería haber tenido en vilo a todo el país.
Es suyo es un campo de investigación absolutamente revolucionario, killer, las comunicaciones cuánticas.
Todo un síntoma que la noticia fuera emitida en las postrimerías de los noticieros, después de la paletada de desinformación y propaganda gubernamental. Investigaciones como la de Cirac pueden levantar todo un país, como el Silicon Valley contribuyó a levantar el estado de California.
Cirac debería ser condecorado, paseado por las calles, que el Rey se dé un marquesado, la barataria ínsula. Veo a los condes de Bono, de Samaranch, de Suárez. Veo a Pepinho Blanco, a Zapatero, al Rey...Me pregunto que fenómeno cuántico, que enfermedad de los huesos de Teresa, hace que en este país quarks semejantes puedan llegar tan alto. Quizás es que estamos cerca del cero absoluto (0ºK), que sólo existe una masa viscosa y cutre y que nadie cree ni siquiera en los átomos, en la libertad individual en el seno de la libertad colectiva. Se cree en el becerro de oro, en España, el borrego de zinc. El rebaño.
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